Impulsan reforestación del Cerro del Crestón

Sin nutrientes ni semillas endémicas, tan solo un paisaje erosionado y lastimado por los incendios, la invasión humana y los fenómenos naturales, el Cerro del Crestón “prácticamente están quedando puras rocas”, advierte el activista, Carlos Alberto Morales, de la asociación civil Colmillo Blanco.

Considerado parte de un área natural protegida y de una zona de reserva ecológica según un decreto estatal de 1992, la flora y fauna del cerro apenas sobreviven. Frente a este problema, el activista y comités vecinales de la zona, así como sociedad han emprendido diversas acciones como la reforestación con árboles endémicos.

Pero el avance de la mancha urbana no se detiene, como tampoco la salud del suelo. En un intento por recuperarlo, activistas y sociedad han optado por plantar maíz nativo, frijol y calabaza. El sistema de milpa es la apuesta para devolver nutrientes a la tierra.

“Todos los residuos de esta plantación son para que se reincorporen los nutrientes a la tierra, que todas las raíces se queden como abono y ayuden con la humedad, que vayan generando más abono a la tierra”, explica Morales sobre la siembra de maíz nativo que se ha desarrollado los últimos tres domingos de junio y que, remarca, no es con fines de agricultura.

“El cerro ha sido quemado, el terreno se ha erosionado, la tierra está súper lavada, ya no hay nutrientes ni semillas endémicas”, reitera el activista sobre la necesidad y objetivos de las jornadas de siembra iniciadas el 12 de junio. Y mediante las cuales también esperan ayudar a la fauna que sobrevive en el cerro o viajan por ella.

“Pasan muchas aves ahí, hemos visto quebrantahuesos que se han parado en las piedras. Estos animalitos tienen una visibilidad extensa y llegan a los terrenos de cultivo; queremos que ellos aprovechen esta siembra porque esto va a traer a ratones, conejos y a los depredadores del ecosistema”, comenta Morales.

A la par de ello, se contempla construir un oasis como los que ya han desarrollado en el Cerro del Fortín y que beneficien a especies como tlacuaches.

Hasta ahora, parte de las semillas sembradas ya son pequeñas plantas, lo que alienta a las y los participantes a seguir con las jornadas para aprovechar la temporada de lluvias.

Poco a poco, la intención es que este cerro, uno del que han denunciado invasiones y construcción de obras gubernamentales, se vaya recuperando. Asimismo, que las autoridades delimiten el área con base en el decreto de 1992 y se respete el área. Para ello esperan que se conforme un consejo consultivo ciudadano y de autoridades que garantice la preservación del área natural.