Una madre que lucha por su vida
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Una madre que lucha por su vida

Érika pasará este 10 de mayo en la cama de un hospital, mientras sus familiares cuidan a su bebé de 9 meses


Una madre que lucha por su vida | El Imparcial de Oaxaca

Érika  V. está en una cama, con aparatos que le están monitoreando de manera permanente sus signos vitales; y por otro lado, a varios kilómetros del Hospital Civil, sus familiares están a cargo de su hija de escasos 9 meses de edad.

La pequeña está con las tías, con la abuela y con demás familiares en esta ausencia de la mamá por cuestiones de salud. 

Para Érika es su primer 10 de mayo, Día de las Madres que esperaba con ansias para celebrar por haber tenido a su niña en julio del 2020, en plena pandemia por Covid-19 y por lo cual, extremó las medidas necesarias para no arriesgar la vida de su bebé ni la de ella.  

En fotos que mostraron sus familiares, Érika se observó delicada, con todas las medidas sanitarias desde el Hospital General “Dr. Aurelio Valdivieso”, donde solo entra su esposo Moisés para la visita y recibir cualquier información de su estado de salud. 

“Se nos puso grave hace más de una semana. La llevamos de manera urgente al hospital, pero por falta de recursos económicos no hemos podido avanzar en el tratamiento”, dijo la hermana. 

La joven mamá se dedica a la elaboración de tortillas blandas y tlayudas en su pueblo natal, por el distrito de Etla; la pareja de Érika es albañil, y en ocasiones, cuando le sale algún trabajito en el campo, lo toma. 

Ahora, él está al pendiente las 24 horas y ya no está trabajando para obtener dinero, complicando la situación de la joven pareja. 

La mamá de 30 años, se embarazó a los 28, es una persona muy alegre y con muchas ganas de lograr sus propósitos y sueños aunque las condiciones fueran adversas, cuentan de ella. 

Cuando la enfermedad no acechaba a su puerta, la mujer dedicaba su día a la elaboración de tlayudas; se despertaba desde temprano y llevaba su nixtamal al molino, regresaba y empezaba a hacer el fuego para el comal y empezar a hacer tortilla. 

En su comunidad que pertenece al distrito de Etla, en la región de Valles Centrales, una mayoría de mujeres se dedica a este trabajo para subsistir. 

Las personas vecinas de Érika la estiman y la aprecian, porque siempre saluda y platica con quienes se encuentra en el camino de la comunidad indígena. 

Inicio de la enfermedad

Los días de Érika transcurrían de manera normal, realizaba sus actividades y al convertirse en mamá, le llenó más de ilusión a su vida; dedicó gran parte de su vida para el cuidado de su niña a quien esperaba con muchas ansias, desde que se enteró que estaba embarazada. 

No obstante, en marzo de este 2021 empezó con malestares, con dolores y al acudir a un médico particular le diagnosticaron un mal en la vesícula y que le tenían que extraer el órgano. 

Aparentemente, la primera cirugía pasó sin mayores complicaciones, no obstante, un par de semanas después, volvió a sentir malestar que no cesó con medicamentos. 

La familia de Érika, buscó la opinión de un tercer médico quien les dijo que probablemente se trataría de una mala práctica que dejó secuelas.

Y entre ese proceso estaban cuando la madre de familia, convulsionó en su estado de salud y estuvo muy grave, por lo que la llevaron a un hospital de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO). 

“No tuvimos dinero para llevarla a un particular, ahora nos dicen que requieren de estudios costosos porque está tirando líquido y deben hacerle estudios para definir lo que procede”, comentó la hermana. 

Sin dinero para el tratamiento

Érika, quien está internada en el Hospital Civil, no podrá abrazar ni recibir el cariño de su hija este 10 de mayo; las medidas de restricción les impiden a sus familiares acercarle a la niña a su cama. 

“Ella nos dice que quiere ver a su hija que la extraña que quiere volver a casa con ella, pero mientras no esté recuperada, eso no se puede por las indicaciones”, dijo el esposo. 

La familia de la joven mamá requiere de recursos económicos para costear un estudio que oscila en los 8 mil pesos, requieren de 10 donadores de sangre para el Hospital Civil. 

Tampoco les alcanza para adquirir medicamentos y además, requieren pañales y leche para la bebé.

Por eso, en este contexto del Día de las Madres, apelan a la disponibilidad de las personas para ayudar a Érika V., para superar este complicado proceso. 

Quienes deseen apoyar a la familia pueden llamar a los teléfonos: 951 182 4555 y al 951 5667273.