Fiesta de color y música en Las Peñitas, Reyes Etla

La música rompió el silencio característico en el Paraje las Peñitas, donde cientos de amantes de la cultura y del baile se dieron cita para disfrutar de un espectáculo diferente, pero con el mismo sabor y pasión al de la Guelaguetza tradicional.

Historia ya tiene, pues la Guelaguetza alternativa de Reyes Etla se realiza desde hace más de 22 años, y cada vez es más popular en los turistas y personas de las localidades que buscan nuevas experiencias culturales y populares.

Con representaciones de bailes de todas las regiones del estado, entre los que sobresalen danzas de Pinotepa Nacional, del Istmo de Tehuantepec, de la Cuenca del Papaloápam, de la Mixteca, de Tlahuitoltepec y por supuesto de los Valles Centrales, entre otros.

El color, los olores y los sabores que se dieron cita en el Valle Eteco, contagió a los vecinos de los pueblos y a los cientos de visitantes de la ciudad de Oaxaca, de los estados del país y extranjeros que se dieron cita en el lugar, demostrando el alcance de esta fiesta tradicional.

Carlos Eduardo Gómez Díaz, integrante del grupo de danza Balachis y uno de los organizadores del evento cultural, destacó los 22 años que el evento lleva realizándose, además del alcance que tiene.

“La Guelaguetza de Reyes Etla lleva alrededor de 22 años y en este, los que lo organizaron fueron los integrantes del Comité de la Casa del Pueblo de Reyes Etla, además del grupo de danza Balachis”, explicó el danzante.

Los que integran el grupo de Balachis son de diferentes pueblos del Valle Eteco como San Gabriel, San Miguel, San Lorenzo, Zautla, Catano y por supuesto de Reyes, explicó Gómez Díaz.

“Es una alegría representar a las danzas alternas de la ciudad de Oaxaca y llevar a cabo esta tradición que año con año se ha realizado y sin ningún lucro, porque todo se hace por el amor al arte, sólo ganamos el aplauso de la gente que es lo que nos alimenta a diario” señaló el participante de la Guelaguetza de Peñitas.

También aquí hubo la elección de la Diosa Centéotl; la elegida fue Alma Denia Castellanos Gómez, quien tomó su lugar en el palco de honor, para disfrutar de los 17 bailables que representaron, “nosotros vamos a presentar los bailes de Pochutla y también otros bailes de la Costa”, dice con orgullo Gómez Díaz.

Mientras los bailes se desarrollaban la gente observaba con atención y a más de uno los pies los traicionaban, pues se movían al ritmo de la música, las manos aplaudían y las risas se escapaban.

“Lo que nos gusta es la algarabía que hay en la Guelaguetza, los versos, los gritos los bailes”, señala Gómez Díaz, con la sonrisa en el rostro, “invitamos a la gente para que nos acompañen el próximo año en el paraje las Peñitas de Reyes Etla”.

Una fiesta de color

La fiesta inició con la presentación de las Chinas Oaxaqueñas, representantes de los Valles Centrales; los asistentes aplaudieron la destreza de las mujeres que representan a los barrios, los mercados y los hogares de los oaxaqueños.

Para los Sones y Jarabes de San Melchor Betaza la ovación fue en grande, pues al quedar fuera de la presentación oficial de la Guelaguetza, esta fue una oportunidad para demostrar la equivocación del Comité de Autenticidad.

Los Sones y Jarabes Mixes de Santa María Tlahuitoltepec mostraron que son de los más representativos de cualquier versión de la Guelaguetza donde se presentan, al robar más de un suspiro dentro de los asistentes.

El baile de los hongos hipnotizó al público con la sutileza, era el turno de Huautla de Jiménez; sones como la Flor de Naranjo, Flor de Lis, Anillo de Oro y la Paloma pusieron el sabor de la tranquilidad mientras el sol comenzaba a sentirse en el Valle Eteco.

Miahuatlán de Porfirio Díaz y Tamazulapan del Espíritu Santo también tuvieron representación. El Torito Serrano de San Pablo Macuiltianguis sacó del letargo a más de un distraído espectador que en ese momento no tuvo más que aplaudir ante la amenaza de los cuernos.

Siguieron San Pedro Pochutla y Santa Catarina Juquila, dos delegaciones expertas en el zapateado. Aunque los Sones Juegos y Chilenas de Pinotepa Nacional no se quedaron atrás. Lo mismo que la elegancia de la representación del Istmo de Tehuantepec.

Cerraron los de la Tierra del Sol con el jarabe Mixteco, además de las ya tradicionales jóvenes que seducen con la más famosa de las danzas de la Cuenca del Papaloápam, Flor de Piña.

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