Mantiene Oaxaca esplendor arquitectónico prehispánico
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Mantiene Oaxaca esplendor arquitectónico prehispánico

Los daños causados por los sismos de septiembre de 2017 fueron menores y con trabajo de especialistas han comenzado a resarcirse.


Mantiene Oaxaca esplendor arquitectónico prehispánico | El Imparcial de Oaxaca

Tras las intervenciones realizadas en las cuatro zonas arqueológicas en el Valle de Tlacolula como son Mitla, Yagul, Dainzú y Lambityeco, tras los sismos de 2017, Oaxaca mantiene un importante papel en la cononservación del patrimonio prehispánico.

Al hacer una evaluación de los daños ocasionados al Corredor Arqueológico de Oaxaca, así como a las cuevas prehistóricas de Mitla y Yagul, Leobardo Daniel Pacheco, encargado de las zonas arqueológicas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), afirmó que las afectaciones fueron menores.

Gracias a que los zapotecas, después de Monte Albán, fueron aprendiendo estos sistemas constructivos nos legaron un gran conocimiento de cómo hacer edificios, ya que además de estar en un área que es de roca madre, fue ahí donde hicieron su desplante, lo cual hace que tengan estabilidad arquitectónica.

Tras una serie de inspecciones luego de los movimientos telúricos ocurridos en ese año, en cada una de las zonas arqueológicas, incluidas las Cuevas Prehistóricas, se observaron fisuras, grietas y fracturas principalmente en muros.

“El sismo de septiembre de 2017 causó grietas y fisuras en las cuatro zonas arqueológicas, pero muchos de los daños estructurales fueron derivados de la falta de mantenimiento a lo largo de muchos años y a las diferentes intervenciones de que han sido objeto en todo este tiempo”, expresó.

En tanto, el arqueólogo Agustín Enrique Andrade precisó que los sismos registrados en 2017, pero en especial el de septiembre, ocasionaron que en Dainzú se afectara uno de los muros del paramento del juego de pelota y colapsara un par de piedras en otro sector, cerca del Templo Amarillo.

En Lambityeco hubo grietas en la plataforma principal del edificio siete, mientras que en Yagul se presentaron fisuras en el patio tres y patio cuatro, pero nada que fuera de gravedad.

En Mitla, en el conjunto norte o en el establecimiento católico, como se le conoce a esta área, hubo grietas y fisuras. Sin embargo, “lo más interesante es que estas afectaciones fueron en áreas en donde en otro momento se hicieron restauraciones, y es ahí en donde se encontraron las afectaciones.

“Es evidente que no se encontró ninguna área que haya colapsado completamente que hubiera obligado a cerrar al público, pues al otro día la gente pudo visitar la zona. La mejor opción que tuvimos con esto fue que pudimos adentrarnos en los sistemas constructivas, pues una cosa es lo que te explican los arqueólogos que ya pasaron ahí y otra cosa cuando tú lo vez”.

Explicó que el sistema constructivo de Mitla tiene un cuatrapeado en las esquinas y en los muros en general. Ese sistema constructivo además de estar en un área que es roca madre, su desplante fue ahí, lo cual hace que el edificio tenga una estabilidad arquitectónica ante los sismos”.

En Oaxaca tiembla todos los días y a pesar de esta situación, las zonas arqueológicas no tuvieron afectaciones severas debido a que los zapotecas pudieron edificar toda esa zona de Mitla en un lugar donde se sentían menos los temblores.

En el caso de Yagul hubo desprendimientos de bloques de adobe y cuando se exploró “encontramos que el mismo sistema constructivo realizado en Mitla con piedra aquí lo tenían en adobe. Se hace un cuatrapeado, un muro que tiene hiladas de adobe y otras que son perpendiculares que antes de llegar a la esquina hacen un buen amarre”, explicó.

Los especialistas coincidieron que en la reconstrucción de los edificios se utilizan los mismos métodos, se usan cal apagada, arena, agua y baba de nopal. Con las proporciones adecuadas para volver a restaurar y dejar los edificios en las mejores condiciones posibles.

Hay muchas buenas lecciones a partir de lo que sucedió en el valle de Tlacolula y por eso se atienden los criterios para la restauración y poder guiar las acciones de intervención, son trabajos muy especializados.
Leobardo Daniel Pacheco reconoció la labor del INAH que es el órgano rector para mantener, conservar y difundir los más de cuatro mil sitios históricos en Oaxaca y contribuir a preservar de la mejor manera este patrimonio.