En una sesión histórica, el Senado de la República aprobó este viernes la declaratoria constitucional que reforma el Poder Judicial de la Federación. La reforma, que se regirá por un sistema de votación popular para elegir jueces, magistrados y ministros, será enviada de vuelta a la Cámara de Diputados para su ratificación final y entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario Oficial de la Federación.
La reforma, que ya había sido avalada por 23 congresos estatales, representa un cambio significativo en el sistema judicial mexicano al permitir que los ciudadanos elijan directamente a los funcionarios judiciales, una medida que promete una mayor transparencia y rendición de cuentas en el Poder Judicial.
POSICIONES ENCONTRADAS EN EL SENADO
Durante el proceso de aprobación, se vivió un momento notable cuando el senador Miguel Ángel Yunes Márquez decidió cambiar de bancada. A pesar de ser miembro del Partido Acción Nacional (PAN), Yunes Márquez se sentó junto a la bancada de Morena para evitar conflictos y posibles enfrentamientos verbales. “Yo sigo en el PAN, pero estará sentado del lado de la bancada de Morena. Es injusto que me quieran linchar y me siento lejos de los panistas para evitar groserías”, declaró Yunes Márquez al inicio de la promulgación del dictamen.
PROTESTA DE LA OPOSICIÓN
La bancada del PAN, junto con los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Movimiento Ciudadano (MC), decidió no participar en la sesión de la Cámara de Diputados programada para la ratificación de la reforma. Ricardo Anaya Cortés, representante del PAN, expresó su rechazo a la reforma en términos contundentes. “Por supuesto que no vamos a participar y en protesta al fondo ya la forma, porque esto no es una reforma judicial, en los hechos es la toma de Moreba del Poder Judicial”, afirmó Anaya Cortés.
Anaya también criticó la reforma como un intento de control político por parte de Morena y cuestionó su efectividad para resolver los problemas de justicia en el país. “La elección de junio del año entrante será un fraude porque Morena tiene el control de todos los que aparecerán en la boleta; más que una reforma, es un control. Lamentablemente, la reforma no va a resolver los problemas de justicia en el país que son enormes y gravísimos”, añadió.
REACCIONES Y CONSECUENCIA
El debate en torno a la reforma ha puesto de manifiesto la profunda división política en México sobre cómo se debe reformar el sistema judicial. Mientras el gobierno y sus aliados ven la medida como un paso hacia una mayor democratización y transparencia, la oposición la considera un intento de consolidar el poder en manos del partido en el gobierno y cuestiona su capacidad para mejorar el sistema judicial.
La reforma, que pretende transformar radicalmente la forma en que se seleccionan los funcionarios judiciales, sigue siendo un tema de intenso debate. Con la aprobación en el Senado y la próxima ratificación en la Cámara de Diputados, se avecinan semanas de intenso escrutinio y posibles manifestaciones de protesta tanto en el ámbito legislativo como entre el público en general.