Con un total de 440 votos a favor, Alejandro “Alito” Moreno se ha asegurado un nuevo mandato al frente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), tras ser reelegido como dirigente nacional. La votación tuvo lugar en el auditorio “Plutarco Elías Calles”, sede nacional del PRI, en una jornada marcada por la participación de cientos de consejeros que, uno a uno, depositaron sus sufragios antes de recibir la tradicional marca de tinta que señalaba su participación en el proceso.
JORNADA INTENSA
La jornada electoral fue compartida por el propio partido a través de redes sociales, donde se mostraron imágenes del evento que dejó en claro el respaldo significativo que Alito Moreno aún posee dentro de las filas priistas.
El proceso de votación se llevó a cabo a puerta cerrada. Lo que dejó en el aire las posibles reacciones o declaraciones por parte de la Comisión Nacional de Procesos Internos del PRI. También se desconoce si hubo quejas o inconformidades por parte de aquellos que se oponen a la reelección de Alito Moreno. Un tema que ha generado debate dentro del partido en los últimos meses.
El hermetismo en torno a la votación y la falta de transparencia en la comunicación oficial han generado críticas entre algunos sectores del PRI. Los cuales consideran que este tipo de prácticas perpetúan el continuismo y limitan la renovación que el partido tanto necesita.
NUEVA ETAPA DEL PRI
Mientras tanto, la reelección de Alito Moreno abre una nueva etapa en el PRI. Un partido que ha visto disminuir su influencia en el escenario político nacional en los últimos años. Y además enfrenta el reto de reinventarse en medio de un panorama electoral cada vez más competitivo.
La continuidad de Moreno como líder del PRI plantea la pregunta de si su liderazgo será capaz de revertir la tendencia a la baja del partido o si, por el contrario, consolidará una línea que podría alejar aún más a la militancia y al electorado.