La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) informó sobre una visita de inspección que realizó la Agencia de Protección Sanitaria del Gobierno de la Ciudad de México a sus oficinas centrales, luego de que Excélsior dio a conocer la denuncia de trabajadores de confianza sobre el brote de covid-19, que ya provocó la muerte de un director de área y el contagio de al menos 20 compañeros en el edificio ubicado en el Ajusco.
En una tarjeta informativa publicada en sus redes sociales, la Profepa reveló que el miércoles pasado la dependencia capitalina realizó una verificación de las prácticas sanitarias de higiene general en las instalaciones ubicadas en Carretera Picacho-Ajusco 200, Jardines en la Montaña, Tlalpan, para constatar el cumplimiento de las disposiciones para oficinas de la administración pública, “en el marco del plan gradual hacia la nueva normalidad”.
“Durante la visita de verificación sanitaria se cotejó que de un total de 29 reactivos esta procuraduría: Cumple totalmente con 24 reactivos; cumple parcialmente 1 reactivo, toda vez que se solicita que la Profepa emita la carta compromiso donde se hace de conocimiento a las autoridades y ciudadanía que se cumplen con todas las medidas sanitarias establecidas por el Gobierno de la Ciudad de México, así como la implementación del ‘Sistema para la Identificación de Espacios Cerrados QR'”, señala.
Agrega que la Profepa, como órgano desconcentrado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), no cumple con un reactivo, derivado de que los servidores públicos contagiados no avisan a LOCATEL para que se considere su situación de salud en las estadísticas de la CDMX, además de que otros tres reactivos no aplican por no ser un giro privado comercial.
“En términos generales, el inmueble que ocupa las instalaciones de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente cumple con las disposiciones normadas en los lineamientos, por lo que se encuentra en espera del documento definitivo emitido por la Secretaría de Salud”, manifestó.
Gel no es suficiente
De acuerdo con el personal de confianza de Profepa, el poner gel antibacterial en las manos, pisar un tapete sanitizante, verificar la temperatura corporal, y hacer preguntas sobre el estado de salud de las personas, antes de ingresar a las oficinas centrales, no detiene los contagios ante la tercera ola de covid-19 en México.
Los inconformes señalaron que prueba de que este protocolo no es suficiente, son los cada vez más frecuentes casos de compañeros enfermos, que son obligados a realizar guardias de 12 horas, de 09:00 horas a 21:00 horas, en el edificio de ocho pisos con nula ventilación natural y donde evidentemente hay un brote de SARS-CoV-2, lo que se confirma con el personal hospitalizado y el deceso apenas el lunes pasado del director de Inspección de Vida Silvestre.
“El edificio puede cumplir con la normatividad, pero mucha gente tiene que usar el transporte público para salir de su casa y llegar al trabajo y viceversa. A todo el personal eventual lo tienen trabajando diariamente en horario de 9 a 9. Mandan al personal de comisión a otros estados de la República, así como a visitas de inspección y cuando regresan a la oficina ya vienen contagiados, en algunos casos”, lamentaron.
En correos electrónicos enviados con copia a Blanca Alicia Mendoza Vera, titular de la Profepa y Senadores de la República, los trabajadores de confianza responsabilizan de esta situación, que ya se salió de control, a Rodolfo Vilchis Noriega, encargado de despacho de la Subprocuraduría de Recursos Naturales; Silvia Rodríguez Rosas, titular de la Subprocuraduría Jurídica y Ana Patricia Carta Vega, directora general de Denuncias Ambientales, Quejas y Participación Social.
