Ciudad de México
Autogobierno, personal insuficiente, malas condiciones de higiene, deficientes servicios de salud y programas para la reinserción prevalecen en cárceles del país, según el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2019 que publicó la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
El ombudsman nacional Luis Raúl González Pérez dijo que pese a los esfuerzos que se han hecho para la emisión de leyes en materia de derecho, en específico para hacer más eficientes los juicios, “persiste un desafío en su materialización hay una brecha enorme entre la semántica y la realidad. El estado de derecho en México es débil, hay una indiferencia al cumplimiento de la ley y uno de sus brazos o efectos es la impunidad el otro brazo es la corrupción”.
El diagnóstico se realizó a 203 de los 309 centros de reclusión que existen en el país, con lo cual se abarcó al 94 por ciento de la población total recluida en el país. La CNDH estudio los centros penitenciarios varoniles, femeniles y mixtos.
En uno de cada tres centros de reclusión estatal encontraron condiciones de autogobierno o cogobierno con las autoridades penitenciarias, lo que demuestra la incapacidad de las instituciones.
También identificaron deficiencias importantes en la falta de prevención y atención de incidentes violentos en la mitad de los penales evaluados por esa comisión y en el 40 por ciento de ellos detectaron cobros indebidos y actos de corrupción.
En el 72 por ciento de los centros estatales, encontraron insuficiencia de personal, en el 66.84 de ello deficientes condiciones materiales, equipamiento, e higiene de las áreas de dormitorios y en el 62.84 de los centros del país, la CNDH identificó presos procesados con presos sentenciados.
En cuanto a los centros federales, la CNDH encontró que en 16 de los 17 CEFERESOS los resultados muestran insuficiencia de personal y en otros tantos se presentan deficiencias en los servicios de salud.
Los centros federales con peor calificación de la CNDH son el 14 en Durango, el 5 en Veracruz, el 1 en el Estado de México, el 2 en Jalisco y el 17 en Michoacán.
En cuanto a los peores a nivel estatal, se ubican el de Tecamachalco en Puebla, el de Reynosa, Tamaulipas, el de Zacatlán en Puebla, el de Huixtla Chiapas, y el de Zihuatanejo en Guerrero. Todos con una calificación por debajo de cinco.
