El Senado de la República aprobó esta madrugada la reelección de Rosario Piedra Ibarra como titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para un segundo periodo, que concluirá en noviembre de 2029. El proceso, que se extendió por más de 13 horas con cuatro recesos, estuvo marcado por intensas negociaciones internas y fuertes críticas de la oposición, pero finalmente fue ratificado con 87 votos a favor, obtenidos principalmente de los senadores de Morena y sus aliados, PVEM y PT.
De la terna que presentó la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, Reyna Celeste Ascencio, también formaban parte Nashieli Ramírez y Paulina Hernández, quienes obtuvieron 36 y 1 voto, respectivamente. Tras la votación, Rosario Piedra rindió protesta ante el pleno del Senado para comenzar su nuevo mandato.
DIVISIÓN INTERNA EN MORENA
El mayor desafío para la reelección de Piedra Ibarra no fue la oposición, sino la falta de consenso dentro del grupo mayoritario. Durante la mañana, senadores de la 4T se reunieron durante más de tres horas para discutir la permanencia de la actual ombudsperson, y aunque algunos manifestaron dudas sobre su gestión, se logró un acuerdo tras un encuentro privado entre la titular de la CNDH y los legisladores de Morena, PVEM y PT.
En esa reunión, se le exigió a Piedra Ibarra comprometerse a una restructuración profunda de la CNDH, lo que permitió que incluso los senadores más críticos de su gestión se sumaran a la votación a favor de su reelección.
TENSIONES Y POLÉMICA EN EL PROCESO
La sesión se prolongó debido a varias controversias, una de ellas relacionada con la forma en que se realizó la votación. Los senadores del PAN exigieron que se empleara una mampara blanca para garantizar la secrecía del voto, lo que generó un enfrentamiento con la bancada de Morena. Ricardo Anaya, del PAN, insistió en que solo así se aseguraría que los senadores votaran libremente, ante la presión del grupo mayoritario.
El coordinador de Morena, Adán López Hernández, respondió a las acusaciones de fraude electoral de la oposición, defendiendo el respaldo unánime a Piedra Ibarra dentro de su bancada y asegurando que el resultado de la votación era producto de un consenso legítimo.
DEFENSAS Y CRÍTICAS
El proceso estuvo marcado por una fuerte polarización. Mientras que senadores de Morena defendieron el trabajo de Rosario Piedra, destacando su compromiso con la defensa de los derechos humanos, la oposición cuestionó su desempeño al frente de la CNDH, señalando que su elección en 2018 fue “fraudulenta” y que la ombudsperson no ha logrado recuperar la credibilidad institucional del organismo.
Laura Itzel Castillo, senadora de Morena, desmintió las versiones de la oposición que aseguraban que grupos como el Comité ¡Eureka! habían enviado cartas en contra de la permanencia de Piedra Ibarra, reafirmando el respaldo de su bancada a la reelección.
La votación final se llevó a cabo mediante cédulas que fueron introducidas en una urna transparente, lo que generó una demora adicional en el proceso. A pesar de las tensiones, y a petición del senador Manuel Huerta Ladrón de Guevara, al filo de la medianoche los senadores de Morena cantaron Las Mañanitas a Andrés Manuel López Obrador, quien celebraba su 71 cumpleaños ese día.