Migrantes saturan albergues que operan desde Tapachula hasta Ixtepec
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Migrantes saturan albergues que operan desde Tapachula hasta Ixtepec

Refugios en Chiapas y Oaxaca reportan alta afluencia de personas que llegan al país a través de la frontera sur, con rumbo a EU


Migrantes saturan albergues que operan desde Tapachula hasta Ixtepec | El Imparcial de Oaxaca

La nueva oleada migrante mantiene a tope los albergues que operan desde Tapachula hasta Ixtepec. En total, unos cuatro refugios para extranjeros que llegan a tierras desconocidas se mantienen saturados y, en algunos casos, duplican su capacidad de aforo debido a la alta demanda para tener un espacio dónde dormir o descansar.

En la franja fronteriza con Guatemala, el albergue Jesús el Buen Pastor, ubicado en los suburbios de Tapachula, mantiene un promedio de mil 300 migrantes en la recta final de marzo, cuando su aforo y capacidad es para unas 700 personas.

Los extranjeros padecen una dura ruta al sur de México. (Créditos: José Torres)

Esto ha llevado a los administradores del lugar a implementar nuevos espacios para dar cobijo a quienes llegan a tocar a las puertas.

La situación se complica; a diario, hay que cocinar para más de mil personas, lo que representa una labor titánica para los que allí trabajan. Arroz, frijol y demás granos son el requerimiento necesario para dar un bocado a niños, mujeres y hombres que esperan dentro de este sitio por trámites o una oportunidad para avanzar hacia la frontera norte.

Los extranjeros padecen una dura ruta al sur de México. (Créditos: José Torres)

El albergue Belén, también en Tapachula, se maneja en total hermetismo y lejos de los reflectores, como si algo malo ocurriera adentro. No hay acceso, pero afuera del inmueble, en las banquetas y cercanías de un río, decenas de migrantes tienen que esperar que se libere un espacio para acceder. Allí, afuera, soportan calor y lluvia y la necesidad de tener un techo, bajo la improvisación de casas de campaña para pernoctar y comenzar un nuevo día.

La larga crisis migrante se extiende por más de 300 kilómetros hasta Oaxaca. Por carretera y rutas de extravío, los viajeros internacionales buscan llegar a Ixtepec y tener in nuevo punto de descanso en este largo trayecto. En esos 300 kilómetros de distancia entre un albergue y otro, las rutas son desiertas, sin ayuda de nadie, ni nada que auxilie a los extranjeros.

Peor aún: al llegar a Ixtepec, los migrantes se topan con pared. El albergue Hermanos en el Camino, del padre Alejandro Solalinde, ha pedido a los sudamericanos, centroamericanos y demás personas no llegar porque, de forma literal, ya no cabe ni un alfiler.

Sólo los más afortunados tienen un espacio. (Créditos: José Torres)

“Estamos en sobrecupo. Tenemos una población de 550 personas. La necesidad es mucha”, alerta la administración de este albergue.

La dura estancia de extranjeros en la ruta del sur de México evidencia el abandono de las autoridades en torno a las políticas migratorias. Sólo los más afortunados tienen un espacio para dormir en refugios, pero la inmensa mayoría pasa los días a la intemperie, sin abrigo humano ni legal.