El presidente Enrique Peña Nieto volvió a defender el proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), al señalar que es una obra moderna, necesaria y pensada “con una visión de largo plazo”.
“Es una obra pensada en el mediano y largo plazo, en el crecimiento que está teniendo la aviación comercial, en el mayor número de usuarios que cada día se están registrando y, en consecuencia, creo que México demanda tener un aeropuerto moderno y con una visión de largo plazo”, dijo el mandatario durante una gira de trabajo en Sahuayo, Michoacán, donde entregó obras carreteras.
Más temprano, el equipo del presidente electo López Obrador reveló las preguntas de la consulta ciudadana para definir el futuro del NAIM que se realizará del 25 al 28 de octubre.
“Espero, pendiente, la decisión que tome el nuevo gobierno. Pero creo que es una obra que trae la previsión no solo de atender la necesidad actual, sino las necesidades futuras”, afirmó.
También señaló que el actual aeropuerto de la ciudad de México ya quedó “rebasado en su capacidad”. Por ello –agregó— se decidió construir el NAICM, al cual calificó como “un gran proyecto aeroportuario” y “un proyecto transexenal, porque sabíamos que no habríamos de concluirlo en una sola administración”.
Igualmente, indicó que durante su sexenio se modernizaron 28 aeropuertos del país y además se abrieron más de mil 200 nuevas rutas aéreas, por lo que se le dio un gran impulso a la aviación comercial.
Y detalló que en su administración hubo una inversión público-privada e 7.7 millones de millones de pesos que fueron destinados a obras de infraestructura.
“Y lo hemos hecho en infraestructura carretera, en infraestructura portuaria, en infraestructura ferroviaria, y ahora impulsamos como una gran obra de infraestructura al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México”.
“Todo esto fue siguiendo un eje rector, porque así lo reconoce el Banco Mundial, la CEPAL, Naciones Unidas. Un país que invierte en infraestructura está invirtiendo en el desarrollo y en el progreso de la sociedad. Un país que no detone infraestructura se queda rezagado”.
Recalcó que la infraestructura “permite que una sociedad pueda crecer, que el comercio, los negocios, los servicios que llegan a cualquier parte de nuestra geografía, sean más fáciles, económicos, y los costos se reduzcan”.
Al respecto, en Jiquilpan, Michoacán, Peña, junto a los gobernadores de Michoacán y Jalisco, inauguró la segunda etapa de la Autopista Federal Sahuayo-Jiquilpan, en la que se estima el tránsito diario de seis mil 500 vehículos.
Con la obra se beneficiarán a 126 mil personas de la zona que conecta Jalisco y Michoacán.
A 45 días de dejar la Presidencia, Peña Nieto sostuvo que la economía de Michoacán creció 3.6% durante su sexenio, mientras que en el mandato de Felipe Calderón solo creció 1.4%.
Aseguró que la inversión extranjera directa en la entidad superó casi 40 por ciento lo logrado en el mismo período de Calderón Hinojosa.
Protegido siempre por el Estado Mayor Presidencial, Peña Nieto refrendó que “el dato absoluto” de inversión federal en infraestructura ascendió a 45 mil millones de pesos en Michoacán, calificándola él mismo como “sin precedentes”.
Abundó que el empleo en Michoacán creció 51% más bajo su mandato en contraste con el sexenio panista de Calderón, lo que se tradujo en 85 mil nuevos empleos en la entidad.
A su vez, el gobernador Silvano Aureoles Conejo proclamó que el sexenio de Peña Nieto se tradujo en grandes beneficios para Michoacán, sin extralimitar facultades constitucionales y sin violentar la soberanía del estado.
“Unidad en la diversidad es el signo de los nuevos tiempos”, definió Silvano Aureoles.
“Reconocemos la pluralidad social y política, respetamos las diferencias, pero somos firmes en la defensa de nuestra soberanía que son principios inquebrantables de la libertad y la buena coordinación entre las Entidades, los Municipios y el Gobierno Federal”.
