La comunidad de San Antonino Castillo Velasco, ubicado a 32 kilómetros de la ciudad de Oaxaca, busca salir adelante, ya que desde hace dos meses se instala el Mercado Verde, una opción para productores del campo de distintas poblaciones a quienes les fue impedida la entrada a la cabecera distrital, Ocotlán de Morelos, para evitar la propagación del virus del Covid-19.
Durante algunas semanas, campesinos de varios municipio de los Valles Centrales tuvieron que dejar que sus cosechas se echaran a perder al no tener un espacio para vender, pero en la comunidad de San Antonino les fueron abiertas las puertas, por lo que se dieron a la tarea de organizarse y colocar en la entrada del municipio puestos con sana distancia y reanudar la vendimia una vez que el semáforo epidemiológicos les permita salir de nuevo para vender sus verduras y llevar el sustento a sus hogares.
“Los productores de San Antonino –al igual que de varias comunidades como Santa Martha Chichihualtepec, Monte del Toro, San José del Progreso, Santa Catarina Minas, Santa Lucía y San Dionicio Ocotlán, entre otros– vienen a expandir sus productos directamente del campo a sus mesas”, comenta el edil Esteban Abel Sánchez Campos.
“Tomate, rábanos, chiles de agua, epazote, lechuga y distintas verduras son lo que principalmente se vende para beneficio de la ciudadanía”.
“Lamentablemente, por la pandemia, muchos productores no pudieron salir a vender y presentamos una opción al ser corridos de Ocotlán. Los campesinos buscan recuperarse mediante la organización y la solidaridad que San Antonino siempre ha tenido con su gente y pueblos circunvecinos”, declara el munícipe.
Desde las 03 horas las camionetas llegan llenas de cajas de verduras para vender por mayoreo. Mientras avanza la noche como si fuera una mini central de abastos llegan diableros para ayudar a cargar las pesadas cajas para que pequeños productores puedan vender en distintos puntos de los Valles Centrales, aunque muchos revendedores que son de la comunidad se quedan para vender en menor cantidad en sus puestos indicados para quien sea del lugar o llegue de fuera y aprovechar los días viernes y sábados como los días más fuertes de venta aunque toda la semana está instalado el mercado.
El ambiente se observa muy cómodo, mientras se recorre un espacio de 50 metros de ambos lados donde mujeres y hombres del campo exhiben lo mejor de sus cosechas para aprovechar estos espacios donde les cobran 5 pesos como cooperación voluntaria, ya que ese apoyo se utiliza para insumos como jabón, gel antibacterial, escobas y las necesidades primordiales de la comunidad. Este lugar donde han aplicado todas las medidas sanitarias y no han tenido casos de contagios en los últimos dos meses, nadie puede andar sin cubrebocas, por lo que dan más confianza para que puedan vender ganando el sustento para el hogar y no tocar fondo con la crisis del coronavirus, ya que mientras no haya una vacuna, muchos productores seguirán en riesgo de contagiarse o perder sus cosechas.
