Con el objetivo de reducir las muertes de ganado bovino, ovino y caprino por parásitos internos y externos, los cuales pueden causar diferentes problemas de salud en los animales como pérdida de peso, anemia, reducción de la producción de leche o carne, e incluso la muerte, se llevó a cabo una jornada de aplicación de desparasitante vitaminado.
Al respecto, la regidora de Desarrollo Social y Agropecuario, Leticia Collado Soto, informó que la desparasitación del ganado es un aspecto fundamental en la producción, ya que tiene un impacto directo en la salud y productividad de los animales, por lo que es necesario implementar un plan de desparasitación adecuado para prevenir y controlar enfermedades parasitarias.
Señaló que existen diferentes tipos de parásitos que pueden afectar al ganado, tanto internos como externos. Los parásitos internos son aquellos que se alojan en el sistema digestivo de los animales, como los gusanos intestinales, mientras que los parásitos externos son aquellos que se encuentran en la piel o pelo de los animales, como las garrapatas y piojos.
Collado Soto detalló que entre los parásitos internos más comunes que afectan al ganado se encuentran los nematodos los cuales con conocidos como gusanos redondos, cestodos, trematodos o gusanos planos y protozoos. Estos parásitos pueden causar desde una simple irritación gastrointestinal hasta graves enfermedades como anemia, diarrea, dolor abdominal, pérdida de peso y reducción en la producción de leche o carne.
“El día de hoy nos encontramos visitando la Agencia de Rancho Jesús dándole seguimiento a la aplicación de desparasitante vitaminado en ganado bovino, ovino y caprino, con el objetivo de cuidar la salud de nuestros animales, prevenir enfermedades y mejorar la productividad del sector ganadero”, recalcó la regidora.
Mencionó que la desparasitación regular del ganado es fundamental para mantener la salud y productividad de los animales, ya que los parásitos pueden multiplicarse rápidamente en el interior del cuerpo de los animales y causar daños severos si no son controlados a tiempo.
Fernando Reyes/IGAVEC