Desde la llegada de Moisés Soriano Mendoza como director del penal de Cuicatlán, muchas han sido las denuncias tanto de familiares como de internos, quienes han dado a conocer los excesos y abusos en los que incurre el director, así como el personal de custodia a su mando.
Las denuncias señalan el acoso al personal administrativo, el cobro de “talachas” a las personas privadas de su libertad de nuevo ingreso, es decir, un pago que asciende a mil 500 pesos, además de que tienen prohibido el ingreso de frutas y por el permiso para ingresar al área conyugal deben pagar mil pesos. Quienes se dedican a la elaboración de bolsas para el sustento de sus familias también tienen que pagar diez pesos para poder sacar del penal su mercancía.
Las familiares de internos temen hacer públicas las denuncias, ya que las entre las repercusiones a los que están expuestos están que podrían ser trasladados a otra región. Lo más delicado que ocurrió recientemente, señalan, es cuando un interno se enfermó por la madrugada, ya que la persona sufría de epilepsia, él se estuvo quejando toda la madrugada y se quedó tirada por varias horas hasta que quisieron llevarlo al hospital Dr. Alberto Vargas Merino donde la persona falleció.
Fue un trato inhumano, desafortunadamente nadie quiera intervenir porque no existe una denuncia presentada ante la instancia correspondiente y para colmo de males el director del penal, Moisés Soriano Mendos, ha informado que se pueden quejar donde quieran y no la van hacer nada, tampoco la van a remover a otro lugar, ya que está muy bien protegido por el subsecretario de Prevención y Readaptación Social, Roberto Claudio Castillo Ramírez” concluyeron.
