Como cada año, con la llegada de las primeras lluvias a territorio mazateco comienzan a brotar los hongos alucinógenos y sagrados en diversos lugares de esta región, cuyo efecto mágico-religioso que se desarrollan durante las veladas dirigidas por los chamanes y hombres de conocimiento, ayudan a fortalecer el espíritu, el cuerpo y la mente de los individuos ansiosos que las consumen.
La variedad de hongos sagrados y alucinantes que surgen desde la Madre Tierra son los llamados “Derrumbes”, “San Isidro” y “Pajaritos”, la planta sagrada de Dios que los sabios de la montaña se las recetan a hombres y mujeres de todos los estratos sociales que ya perdieron su espíritu y atraviesan por malos momentos emocionales; salud, economía, envidias, maldiciones, incluyendo a artistas famosos y políticos.
Los “derrumbes” son para personas mayores de edad con una condición física fortalecida, y estos hongos surgen desde los bagazos de la caña o terrenos que sufrieron deslaves, mientras que los “San Isidro” son de menor efecto y se les recomienda a personas adultas, en tanto los “pajaritos” son especialmente para niños y adolescentes enfermos que aún no han enfrentado problemas mayores.
El efecto de los hongos derrumbes es el más potente, las personas que las ingieren tienen un viaje espiritual mágico y misterioso hasta de ocho horas a causa de la potente silosibina, ya que si toman los hongos a las nueve de la noche éstos terminan su experiencia a las tres o cuatro de la madrugada, en cambio el efecto de hongos San Isidro es más moderado, lo mismo que los pajaritos.
Las ceremonias son dirigidas por curanderos selectos también llamados “Hombres Sabios”, quienes exigen a sus pacientes un ayuno sexual y alimenticio de cuatro días previos a la ceremonia sagrada, que será a puerta cerrada, llevando consigo los interesados veladoras, copal, cacao y huevos de tórtola, porque el resto del trabajo lo realizará el chamán o guía espiritual. Un viaje de hongos vale de 40 a 50 pesos, y el precio de la ceremonia 500 pesos o un poco más.
