A Jamiltepec jamás llegó la reconstrucción
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A Jamiltepec jamás llegó la reconstrucción

Aunque la Sedena apoyó a los damnificados por el desplome del helicóptero, la Sedatu se olvidó de la reconstrucción.


A  Jamiltepec jamás llegó la reconstrucción | El Imparcial de Oaxaca

Poco ha cambiado desde el sismo ocurrido el 16 de febrero de 2018, aunque la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) apoyó a los damnificados por el desplome del helicóptero, la Sedatu se olvidó de aterrizar los recursos para la reconstrucción.

En recuerdo de la noche en el que un helicóptero Black Hawk cayó sobre una camioneta tipo van y afectó a dos más con un saldo fatal, es una capilla construida en memoria de los muertos en el campo de aviación.

Aunque a las familias se les construyó una casa de dos cuartos con corredor, el parque que las autoridades estatales y federales habían comprometido solo quedó en eso, en una promesa no cumplida.

El silencio reina en el campo de aviación
Sobre la calle José Murat es en donde se ubican algunas de las familias que perdieron a varios de sus seres queridos en el accidente aéreo ocurrido en medio de la llegada del secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, el mandatario estatal Alejandro Murat para constatar los daños por el sismo de 7.2 grados.

No obstante, a un año de distancia los familiares de las víctimas evitan hablar de más, “todo está bien, el gobierno ha cumplido con lo que le tocó (construcción de la casa e indemnización)”, dice un joven prefirió omitir sus generales.

Sentado en el corredor de la vivienda construida por elementos de la Sedena en tiempo récord como parte de la reparación del daño, dice no tener inconformidad o reclamo para las autoridades.

El mismo argumento es ofrecido por otras dos familias, incluso se muestran agradecidos (con el Ejército) por el apoyo brindado para la construcción de la casa que hasta hace un año, no era de concreto.

En ese movimiento sísmico de 7.2 grados, decenas de viviendas resultaron dañadas en la comunidad costeña, así como el templo católico que data del siglo XVII y catalogado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), como sitio histórico.

Sedatu jamás volvió
No todo es felicidad y agradecimiento en la población localizada a 301.9 kilómetros de la capital del estado, pues personal de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) encabezada en ese entonces por Rosario Robles Berlanga, jamás regresó a dispersar los recursos.

Cerca del palacio municipal de Santiago Jamiltepec, cerrado por los daños ocasionados por el fuerte sismo ocurrido hace más de un año, las casas de adobe y teja siguen sin ser atendidas por el gobierno federal y estatal.

Un ejemplo del abandono oficial es la casa localizada en la calle Hidalgo número 6, aquí Emilia Castillo sigue en espera de las personas que le prometieron volverían para entregarle los recursos económicos destinado a la reconstrucción.

“Estamos tan lejos de la capital que todo se lo prefieren llevar al Istmo y a nosotros nos han olvidado”, lamenta mientras señala las grietas que se asoman en los cuartos de su vivienda tradicional.

Todos los días duerme bajo un techo de lámina de asbesto y por lo cual se encomienda a su santo patrón Santiago Apóstol para que no le tiemble de nuevo con esa magnitud o bien le permita salir a su corredor.

“Sigue temblando, hace ya casi un año nos dijeron los de protección civil que captaron en la zona más de mil réplicas y eso nos hace vivir con miedo, porque ya somos personas adultas y no podemos correr”, detalla.

Dice confiar en que algún día vuelva o el gobernador (Alejandro Murat) o algún otro funcionario federal para que vuelvan a constatar los daños y revisen el número de su folio, pues ya ha pasado un año y el dinero para la reconstrucción no ha llegado a sus manos como lo prometieron.

Luchan por salvar casa de más de 300 años
A unos metros del lugar, sobre la calle Cuauhtémoc esquina con Hidalgo sin número otro caso de olvido surge; Gustavo Castro de León fue censado por personal de la Sedatu, pero jamás volvieron con el recurso económico.

Y es que relata que la vivienda, herencia de su abuelo y luego de su padre, data de más o menos el año 1700, e incluso sus abuelos la prestaron para que funcionara un tiempo como templo católico.

Destaca que la técnica de construcción es de adobe con cal, piedras entre las líneas de separación, ladrillo rojo y teja, con una altura del techo al suelo de aproximadamente siete metros, lo que le otorga frescura a los habitantes.

Solo que con el temblor del 16 de febrero de 2018, sus paredes se cuartearon, se desprendieron las tejas y una parte del corredor se desplomó con el intenso vaivén de la tierra.

En su ánimo por no perder su patrimonio, el promotor cultural en Santiago Jamiltepec buscó entregarle una carta al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, en donde señala el olvido oficial, pero hasta el momento no ha tenido éxito.

De igual manera se ha desplazado a Pinotepa Nacional para abordar a la Senadora de la República, Susana Harp y pedirle su intervención para rescatar el espacio que hoy lo dedica al arte y a su vivienda.

Aquí por lo menos le recibieron sus documentos y una promesa de que lo turnarían a las instancias correspondientes; sigue a la espera pues también la Fundación Alfredo Harp se disculpó por no poder atender su caso y petición, dado que se encontraban atendiendo a los damnificados de la región del Istmo de Tehuantepec.