Aunque su dictamen se tenía desde hace semanas e incluso se les colocaron mamparas de advertencia sobre el alto riesgo de caída, tres laureles de la India finalmente empezaron a ser podados este viernes.
El retiro de ramas se dio a unos días de la caída del emblemático laurel que albergó los conciertos dominicales y los Miércoles de Danzón. Al igual que esto, el ayuntamiento continuó con el retiro de los restos del primer laurel caído y el segundo que derribó.
Apoyadas por el Heroico Cuerpo de Bomberos y de especialistas de la consultora Nizanindani, autoridades capitalinas comenzaron con la poda de ejemplares cercanos a la Catedral y al Museo de los Pintores Oaxaqueños (MUPO).

Las podas fueron tanto para reducir altura y peso como para sanear (retirar ramas secas) a los ejemplares. Estos laureles de la India (Ficus retusa) son algunos de los más de 50 que se localizan en el zócalo de la ciudad y la Alameda de León.
De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Cambio Climático, uno de los laureles está ubicado frente al palacio de gobierno estatal y presenta muy alto riesgo, debido a que tiene “una inclinación mayor a la que presentó en el 2020 y puede caer sobre los comerciantes en vía pública que se ubican debajo del mismo. De acuerdo con el dictamen, lo recomendado para este árbol es el derribo y la sustitución.

Sobre un ejemplar que se ubica frente a la Catedral, la secretaría señaló que también presenta alto riesgo, debido a sus ramas con sobrepeso o porque están secas. El laurel de 21 metros de alto, detalló, está “inclinado hacia el andador que está frente a la Catedral” y tiene “raíces expuestas y elevación del suelo”. Y por lo cual se ha recomendado “una poda de despunte de copa y quitar ramas laterales, así como una poda sanitaria para remover ramas secas”.
Un tercer ejemplar, que se encuentra frente al edificio del MUPO y con una altura de 18 metros, tiene inclinación hacia tal edificio y el arroyo vehicular y el sitio de taxis que se ubica sobre la avenida de la Independencia.