- Las descargas
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- 90 kilómetros analizados
- 24, en el río Atoyac, desde Telixtlahuaca hasta el entronque con el río Salado
- 18, en el Río Salado
- 17 en el Atoyac, desde el bosque El Tequio hasta Tlapacoyan
A seis años de la resolución que obliga a los tres órdenes de gobierno a sanear los ríos Atoyac y Salado, y cinco años de la confirmación de la sentencia de amparo, persisten al menos 59 descargas de aguas residuales en unos 90 kilómetros de estos afluentes en la Zona Metropolitana de Oaxaca (ZMO), desde San Francisco Telixtlahuaca hasta Santa Ana Tlapacoyan.
El número de descargas corresponde al mes de abril de este 2025, de acuerdo con el monitoreo más reciente de la asociación civil Ecosistemas y Paisajes, que representa Eloy Leyva Rojas y que tiene una trayectoria en materia ambiental desde el año 2015.
Las descargas son de agua residuales domésticas en tres tramos de los 90 kilómetros analizados. Unas 24 descargas en el río Salado desde Telixtlahuaca hasta el entronque con el río Salado. En el Salado se cuentan 18 descargas y otras 17 descargas del Atoyac desde el bosque El Tequio hasta Tlapacoyan. La mayoría de las 59 descargas estimadas, dijo, se concentran en la ciudad de Oaxaca, aunque todas corresponden a daños en la infraestructura sanitaria, es decir de los colectores.
Este jueves, durante el foro “¿Por qué se contaminan los ríos?”, del Observatorio Ciudadano Comunitario del Agua y Medio Ambiente de los Valles Centrales, el especialista mostró parte de los resultados del monitoreo realizado en los últimos años en los dos ríos que pasan por la ciudad de Oaxaca, así como en otros municipios de la zona metropolitana y que junto con la capital están obligados a sanear los afluentes. En esta labor de saneamiento dictada por el amparo que interpuso en 2016 la asociación civil Litigio Estratégico Indígena también tienen responsabilidades el gobierno estatal de Oaxaca y el federal (este último a través de la Comisión Nacional del Agua).
Durante su presentación en el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), en la capital oaxaqueña, Leyva Rojas reconoció que aunque las autoridades estatales y municipales ya comenzaron el saneamiento, aún es necesario reforzarlo en materia presupuestal para agilizar los trabajos. Además de que se requiere la corresponsabilidad de la sociedad para exigir y participar en el saneamiento.
Los ríos, apuntó Leyva, funcionan como plantas de tratamiento que pueden limpiar sus propias aguas, pero para eso deben de ser de pequeños volúmenes y con varios kilómetros de distancia entre una y otra.
En diciembre del 2024, la asociación civil Litigio Estratégico Indígena estimaba que el saneamiento tomaría unos 10 años, con base en el proceso similar que se hace en El Riachuelo, en Argentina. Sin embargo, Leyva Rojas considera que, partiendo del ejemplo del río Lerma-Santiago (de México), si hubiera recursos suficientes, participación social y técnica, el río Atoyac se podría sanear en tres o cuatro años.
Amparo para el saneamiento
En marzo de 2018 cuando la asociación civil Litigio Estratégico Indígena ganó el juicio de amparo 621/2016 del Juzgado Primero de Distrito en Oaxaca.
El 23 de mayo de 2019 el Tribunal Colegiado Auxiliar de Acapulco confirmó la sentencia de amparo emitida inicialmente por la jueza Elizabeth Franco Cervantes. Además de que en noviembre de 2020 la Comisión Nacional de los Derechos Humanos emitió la recomendación 057/2020 para 28 autoridades municipales, el gobierno estatal, la Comisión Nacional del Agua y el organismo Servicios de Agua Potable y Alcantarillado, a fin de que se limpien los ríos Atoyac y Salado.
El 10 de abril de 2024, el gobierno del Estado de Oaxaca instaló la Comisión para el Saneamiento de los ríos Atoyac y Salado, en el palacio de Gobierno con la presencia del ingeniero Salomón Jara Cruz, gobernador del Estado, el secretario general de gobierno y Francisco Martínez Neri, presidente municipal de la Ciudad de Oaxaca de Juárez, entre otras autoridades.
Sobre el saneamiento, en su boletín de febrero, el gobierno estatal informó que “las acciones de limpieza, desazolve y afine de taludes cubren una distancia de 5.47 kilómetros y se han retirado alrededor de 200 metros cúbicos de escombro y maleza a través de 29 volteos llenos”. Además de que se “intervendrán un total de 11 kilómetros lineales que representan aproximadamente 90 mil metros cuadrados”.