Marchas, pintas y la colocación de estructuras en el Zócalo y la Alameda van deteriorando el patrimonio histórico de la ciudad, siendo el primer cuadro de la capital el más dañado.
Son 544 hectáreas de conservación que se marcan en el plan del Centro Histórico con mil 600 inmuebles catalogados, de los cuales, un aproximado del 2 por ciento son afectados por el uso diario, y el saldo del paso de las manifestaciones.
La capital es catalogada como Patrimonio Mundial por la UNESCO al igual que otros lugares de esta entidad y por eso, se debe de conservar.
De acuerdo con la subdirección del Centro Histórico de Oaxaca de Juárez, los edificios de la Avenida Juárez, Independencia, y templos como la Catedral y recientemente el de San Cosme y San Damián han sido foco de las pintas.
Asimismo, el Museo de los Pintores de Oaxaca (Mupo), entre otros edificios que están siendo vandalizados constantemente.
Mientras tanto, por la organización de diversos eventos en el Zócalo y la Alameda se viene a afectar el piso, porque la gente lo lastima con clavos para la colocación de sus módulos y son daños que requieren de sustitución y un trabajo coordinado.
El subdirector del Centro Histórico, Martín del Castillo Castillo habló que están por realizar una bitácora para estos edificios e identificarlos para proceder al plan de restauración junto con el INAH.
“Las manifestaciones han lastimado la integridad de algunos inmuebles culturales de índole histórico, artístico, relevantes; es un tema de las protestas, pero también los fenómenos naturales como lluvias, sismos y viento, han vulnerado el patrimonio material que tenemos”, comentó.
Desde esta subdirección plantean diversas políticas públicas en protección de los bienes e inmuebles catalogados con relevancia histórica.
“Lamentablemente, lo más lastimado es el patrimonio localizado en el primer cuadro del zócalo de la ciudad, entre ellos el edificio que ocupan algunas autoridades sin que se salven los inmuebles particulares”, comentó.
Por eso, a la brevedad levantarán un censo, dictámenes técnicos para la conservación, preservación y restauración de los inmuebles, en coordinación con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Uno de sus planes es difundir la protección en jóvenes, niños para que de ahí nazca su el amor e interés por el patrimonio que se heredará.
Por eso, desde esta instancia convocan al cuidado de los espacios propios y que hacen a la ciudad única en el mundo.
