Jaime, de 28 edad, perdió la vida fulminantemente al ir caminando rumbo a la parada del camión en la Quinta Sección de San Antonio de la Cal, quedó tirado a la mitad de la calle.
Serían las 06:30 horas, la mañana de ayer, cuando Jaime salió de su domicilio que se localiza en la Quinta Sección rumbo al parador que se localiza a un costado del puente vehicular de la Avenida Símbolos Patrios.
Al ir caminando en la calle Pinos de la Quinta Sección de San Antonio de la Cal, a un costado del Río Salado, una cuadra antes de llegar a la avenida, el joven se empezó a sentir mal.
Llevaba una botella de tehuacán en las manos, la soltó y se llevó las manos al pecho cayendo al suelo, quedando tirado a la mitad de la calle e inconsciente.
Vecinos del lugar al ver al joven tirado en el camino, lo alcanzaron y trataron de reanimarlo, pero no respondía. Llamaron enseguida al teléfono de emergencia pidiendo el auxilio de los cuerpos de rescate.
Minutos después, al lugar llegaron paramédicos de la Cruz Roja, quienes le brindaron los primeros auxilios. Al ver que sus signos vitales no respondían ya nada pudieron hacer para salvarlo, informaron que estaba muerto.
Elementos de la Policía Estatal llegaron al lugar, ordenando que se alejaran los curiosos, para evitar que pasaran y movieran los indicios.
Sin embargo, una mujer que se identificó como la esposa de Jaime, aprovechando que todavía no acordonaban la zona, llegó corriendo hasta donde estaba tirado, se sentó a su lado, lo abrazó y trató de reanimarlo, pero era demasiado tarde.
Los uniformados le explicaron a la mujer que tenía que salir del lugar ya que ya estaba acordonado; son obstante, esperó a recibir una cobija que llevaron los familiares, cubrieron el cuerpo y enseguida se retiraron de la zona de acordonamiento.
Elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones llegaron al lugar y tomaron conocimiento del deceso del joven, en tanto, peritos de la Fiscalía General del Estado realizaron las diligencias correspondientes, al término ordenaron el levantamiento del cuerpo sin vida y el traslado al anfiteatro de la ciudad para determinar la causa de la muerte.