Del 25 de marzo a la fecha, el Mercado de Abasto fue limpiado, saneado y sanitizado en al menos ocho ocasiones. Pero ni el cloro, el jabón y otros químicos impidieron que la mayor zona comercial fuera declarada como de alto riesgo de contagio.
A más de dos meses después de que el estado registrara su primer caso de Covid-19, el mercado es, a decir de autoridades municipales, un área en la que si se entra seguramente se saldrá contagiado con coronavirus.
Y es que cada día, son miles las personas que en ella convergen. Desde los cerca de 13 mil 600 comerciantes establecidos y los 2 mil 500 ambulantes que cuentan la Coordinación Ejecutiva del Mercado de Abasto hasta las otras miles de almas que acuden para comprar, abordar un camión o taxi. O quienes llegan a surtir productos en los negocios y las que caminan por sus calles y callejones.
Ni las escobas de los comerciantes o las máquinas de empleados pudieron enfrentar a un virus que por varias horas se mantiene en las superficies. El que con el estornudo, el toser o el simple hablar se transmite a quien está a un metro. Aquel en contra del cual se dijo que ayudaría a evitar su transmisión el suspender actividades no esenciales. Pero en esta zona comercial, continuaron con apenas reducciones en horarios y algunos cierres de locales.
Al virus no lo exterminó aquella “limpieza profunda y desinfección de pasillos, banquetas y calles aledañas” del 25 de marzo hecha por empleados y comerciantes del Mercado de Abasto. Tampoco la de casi un mes después, cuando el 19 de abril se unieron las coordinaciones ejecutivas del Mercado de Abasto y del Centro Histórico, elementos de la Guardia Nacional, así como del Cuerpo de Bomberos de Oaxaca y locatarias y locatarios en la zona de tianguis.
Una parte de la zona, en donde se desarrollan dos días de plaza, volvió a ser saneada el 26 de abril por comerciantes, en su mayoría, de los del área de bodegas y empleados de la Coordinación Ejecutiva del Centro Histórico. Para entonces, Alicia Bueno Velasco, titular de esta coordinación, estimaba que por ser un área de mucho tránsito, el efecto duraría cuando mucho algunas horas.
El 1 mayo hubo nuevamente una limpieza. Fue entre empleados del municipio y comerciantes y consistió en limpiar y sanear el estacionamiento.
El virus, sin embargo, seguía en el estado y la ciudad. Los casos positivos a Covid se fueron incrementando. Y el 7 de mayo, se limpió y saneó la zona de comedores y pan.
Una semana después, comerciantes lavaron el 13 de mayo el área de rampa y un día después otros más, de la Unión de Productores, Tianguistas y Caseteros Unión Miguel Hidalgo, hicieron algo similar en otras zonas del mercado en la noche del 14.
Todo, sin embargo, no impidió que siete días después, el 21, el edil Oswaldo García Jarquín se refiriera a la Central de Abasto como zona de alto riesgo de contagio de Covid-19.