Mientras los inspectores y policías municipales del municipio de Oaxaca de Juárez, han sido cuestionados por presuntos actos de abuso de autoridad contra mujeres y personas de la tercera edad que buscan comercializar sus productos en la vía pública, los vendedores ambulantes cobijados por sus líderes y organizaciones sociales, siguen imponiendo su ley en las calles del Centro Histórico.
La mañana de este miércoles, un taxista del sitio 7 de Mayo, se vio sorprendido cuando estacionó su unidad sobre la calle de Bustamante y al regresar, el taxi ya había sido encerrado con estructuras metálicas y cajas con flores.
De acuerdo con los testigos, el ruletero permaneció varios minutos encerrado y al mismo tiempo fue intimidado por los ambulantes por haber ocupado un cajón donde se instala diariamente un puesto informal.
Cabe destacar que estas prácticas ya se han denunciado en el Centro Histórico de la ciudad de Oaxaca, en donde los ambulantes, incluso se organizan para remover unidades de estos cajones que en las primeras horas del día se encuentran desocupadas y forman parte de los espacios públicos.