Comerciantes establecidos del centro de la ciudad demandaron a los diversos niveles de gobierno evitar nuevos plantones en el Zócalo, debido al impacto negativo que dejan a la economía local.
Y es que a lo largo de más de tres semanas, los trabajadores de la educación permanecieron apostados en varias calles del primer cuadro de la capital.
Propietarios de negocios señalaron que las ventas, durante la movilización magisterial, se desplomaron hasta en un 50%, toda vez que los clientes habituales no pudieron ingresar al centro.
El pasado sábado tras una marcha, la dirigente estatal, Yenny Pérez Martínez, confirmó que levantaría el plantón que mantuvieron en el Zócalo de la capital oaxaqueña durante 24 días de paro.
Cabe recordar que el Gobierno del Estado se comprometió a impulsar una iniciativa de ley en junio para regresar la jubilación de los docentes a 30 y 28 años de servicio, en beneficio del magisterio disidente.
Todavía para concluir sus acciones de protesta, los también integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) efectuaron una marcha masiva desde el crucero de la exIEEPO hasta el Centro Histórico.
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De acuerdo al magisterio oaxaqueño, será este lunes cuando reanuden las clases en las instituciones públicas del estado.
Sin embargo, los comerciantes establecidos en las calles de Guerrero, Armenta y López, Colón y Bustamante fueron los más agradecidos con el retiro del plantón magisterial, dado que son más las pérdidas económicas que registran.
Relataron durante las tres semanas que permanecieron en las calles del primer cuadro de la capital, no hubo un día en el cual no discutieran con los mentores sobre la obstrucción de accesos a negocios abandono de basura en la banqueta.
No tuvimos ventas en semanas, los maestros solo compran comida rápida, aguas y refrescos, las tienditas vendieron algo porque hasta eso prefieren tiendas transnacionales para comprar comida chatarra”, lanzaron los vendedores afectados.
Abordados mientras supervisaban el retiro de los cartones, cordeles y mecates amarrados de barandales y marcos de puertas por parte de los trabajadores de la educación, cuestionan la omisión de las autoridades.
