Pese a desplome de ventas buñueleras siguen tradición
Venden entre 120 a 140 buñuelos en una semana; antes de la pandemia de Covid-19 esa cantidad se vendía en dos días
La venta de los tradicionales buñuelos en el centro de la ciudad también se vio afectada por los constantes bloqueos. Los puestos en el contorno del templo de San Agustín se colocaban desde el 6 de diciembre al 12 de enero del siguiente año; sin embargo, en esta ocasión sufrieron afectaciones.
Ana María Morales Vasconcelos, vendedora tradicional, señaló que este fin de año pinta medianamente, después de que en el 2020 se suspendieron las concentraciones masivas.
“Van algo bajas las ventas, apenas está empezando a llegar el turismo al puesto, después de los bloqueos que se han dado. Estaba arrancando bonito, pero se detuvo”, indicó.
La costumbre era que después de la Noche de Rábanos, que se conmemora el 23 de diciembre, se comieran los tradicionales buñuelos y rompieran los platos donde se sirven.
“Los antepasados dijeron que los Aztecas rompían sus vasijas para sacar todo lo viejo y empezar un nuevo ciclo, porque representaba escasez, mala suerte y por eso, simbólicamente se empieza un nuevo ciclo”, señaló.
No obstante, en este año y el pasado, la situación empeoró por la pandemia de Covid-19 y en los últimos días, por los bloqueos.
La señora que se encuentra en la explanada del templo de San Agustín externó que están elaborando entre 100 y 140 piezas por semana, cuando en otros tiempos, eso se vendía en 2 días.
Y pese a esta situación, para colocarse año con año, está pagando entre 3 y 4 mil pesos por la temporada. Estas personas se colocan en diciembre, Semana Santa y las vacaciones de agosto.
“Nosotros estamos de generación en generación y estamos heredando la actividad tradicional”, señaló. De esta familia, son 3 nietas y nietos quienes mantienen la actividad de las y los abuelos.
Este tradicional dulce tiene un precio de 30 pesos, como ha costado desde hace 5 años, ya que prefieren mantenerlo así, para no perder a sus clientes.
“Invitamos al turismo a que nos visiten, a que consuman un buñuelo y que siga la tradición”, señaló Ana María Morales Vasconcelos.
