Triquis se dicen artesanas y piden regresar a Gurrión

Artesanos que se ubicaban en la calle de Gurrión solicitaron al gobierno municipal regresar a su punto de venta, ya que los desalojaron del lugar de donde expenden sus productos desde hace una década.

Juana Guzmán Martínez, portavoz de las mujeres artesanas triquis, admite la necesidad de reordenar el comercio en vía pública dado su crecimiento desmedido desde comienzos del presente año, pero apegado a la ley.

Acompañada de sus compañeras expone que debido a la falta de respuestas de las autoridades municipales para entablar una mesa de diálogo y ante la necesidad de generar un ingreso determinaron instalarse en la calle de Reforma.

“Nos están confundiendo con vendedores ambulantes, pero nosotros tenemos permisos y hemos pagado lo que nos dice la autoridad municipal y ahora nos sacaron de la calle de Gurrión”, lamenta.

Relata que son 86 los artesanos que fueron retirados de la zona en donde vendían luego de la instrucción de la autoridad municipal de no permitir la instalación de comerciantes en la Alameda, zócalo y Andador Turístico.

Indica que en un primer momento a los artesanos de la región Triqui los mandaron a la Alameda de León; posteriormente, los enviaron al Jardín Labastida, luego a Casa Morelos, de ahí al Andador Turístico y finalmente a la calle de Gurrión.

“Nosotros hemos tenido un peregrinar para poder salir adelante, pero ahora nos han quitado malamente del sitio en donde expendíamos nuestros productos artesanales, no lo traemos de otros lados y trabajamos el telar de cintura”, anota.

De ahí que desde el pasado 16 del presente mes estemos insistiendo en que nos abran una mesa de diálogo con el presidente Oswaldo García Jarquín para escuchar su argumento y el plan que seguirá, explica.

 Expone que la mayoría de artesanos aguardaba la temporada de Guelaguetza para recuperarse un poco en ventas, dado que por la pandemia han estado por los suelos, pero ahora con el operativo el turismo no llega.

“Nos endeudamos para comprar hilo y bordar, pero ahora que no nos dejan entrar estamos perdiendo y nadie se acerca con nosotros para dialogar y ver las posibles soluciones”, cierra.