Plaza de la Constitución: Jardín, espacio de protesta y comercio
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Plaza de la Constitución: Jardín, espacio de protesta y comercio

En el corazón de la ciudad, uno de sus espacios públicos más grandes mantiene su compleja historia, una marcada por la actividad comercial, la convivencia social, pero también con añejos problemas de arbolado


Plaza de la Constitución: Jardín, espacio de protesta y comercio | El Imparcial de Oaxaca

Se le ha llamado Plaza de Armas o incluso Plaza Juárez, según una fotografía de 1885 del Archivo Rivas, y aunque mantiene desde hace años su nombre actual, este suele pasar desapercibido al referirse a ella como zócalo. La Plaza de la Constitución, sin embargo, sobrevive a los cambios y guarda en su historia la complejidad misma de la ciudad que la alberga, Oaxaca de Juárez.

En la actualidad, este espacio que se estima en 99.80 x 103.53 metros, también arrastra los retos desde su conformación; entre ellos la contaminación diaria, el mantenimiento de su arbolado y plantas o la discusión por seguir siendo usado como espacio comercial y ahora como sede predilecta de la protesta social, ya sea instalada de forma permanente con al menos cinco organizaciones sociales o grupos de desplazados o de manera temporal, con mítines o conferencias diarias.

El sitio creado en tiempos virreinales ha tenido modificaciones diversas principalmente en los siglos XVIII y XIX, desde la colocación de fuentes donde se abastecía de agua parte de la población, un kiosco distinto al actual, así como una estatua de Benito Juárez que no está más. 

“Desde la época virreinal este espacio se conservó como una gran plaza, austera, con pisos de tierra, que desde el año de 1739 le fue colocada una fuente de mármol rodeada por cuatro obeliscos”, apunta Danivia Calderón Martínez en el segundo número del año 2005 de la gaceta del Instituto del Patrimonio Cultural (INPAC).

No obstante, en la actualidad permanece como un espacio en constante deterioro, ya sea por el arbolado urbano que está en riesgo de caer o por el uso diario que le da la sociedad. Incluso, porque aun con la emergencia sanitaria sirvió el año pasado como sede de una feria y de plantones. También las lluvias han dejado daños en la zona y expuesto a riesgos a los clientes de los restaurantes ubicados en el portal de Las Flores y el de Mercaderes.

El año pasado, en septiembre, cayeron dos laureles en las jardineras más cercanas al Palacio de Gobierno, aunque siguen con gran riesgo dos más, según han señalado ambientalistas. Uno de los ejemplares que podría colapsar está junto a la Catedral Metropolitana y otro, frente al extremo derecho del Palacio de Gobierno.

La remodelación de 2005 generó en este sitio una serie de daños a la flora urbana, como han explicado activistas, quienes consideran que esto impactó en los laureles que caracterizan a la Plaza de la Constitución, aunque antes de ellos existieron higos y fresnos.

En un recorrido por la plaza, se observan también daños a la cantera de los pisos, deterioro del croquis, escurrimientos de agua en la banqueta del portal de las Flores y basura en sus fuentes.

En la esquina con la calle Flores Magón hay una placa que indica que en esa casa se alojó entre 1812 y 1813 el general José María Morelos. Sin embargo, esta suele quedar oculta con la instalación de un puesto comercial.