Músicos y payasos sortean la crisis y el hostigamiento policiaco
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Músicos y payasos sortean la crisis y el hostigamiento policiaco

En los meses previos a la emergencia sanitaria, reconocen que les “iba mejor” y ahora es más complicado


Músicos y payasos sortean la crisis y el hostigamiento policiaco | El Imparcial de Oaxaca

Desde hace casi un año, trabajar a bordo de los camiones del servicio urbano se ha complicado más para payasos como Cacahuatín o un músico invidente de la capital oaxaqueña. La suspensión temporal de rutas, la crisis económica que afecta a las familias, la discriminación por parte de conductores o el hostigamiento policiaco son los retos que han de enfrentar día a día para lograr el sustento de sus familias.

“Ha sido muy difícil porque hay mucha discriminación, no todos los conductores nos dan permiso de subir a los camiones”, relata un músico invidente que prefiere quedar en el anonimato. Si antes lograba trabajar en 25 camiones, ahora solo ha podido cantar y tocar en 12, cuenta quien por 25 años ha procurado sus ingresos apoyado no solo en una guitarra sino en un bastón.

En una mañana por el centro de la ciudad, este músico y el payaso Cacahuatín intentan en varias ocasiones subir a las unidades. Primero vocean las rutas: “súbale va a Volcanes… San Felipe, colonia Jardín” y luego hablan con el chofer. En unos 10 minutos, ninguno logra entrar a la unidad para cantar o contar chistes y arrancar alguna sonrisa de los pasajeros.

Resisten, platican entre ellos y vuelven a intentar. Aunque lleva un año y medio en el entretenimiento y la sana diversión, Cacahuatín ha conocido de la discriminación a la que se refiere el músico. Es apenas un joven que quizá no rebasa los 20 años, pero que ha conocido la falta de oportunidades en el trabajo en calle.

“Durante este tiempo de la pandemia estuvo muy tranquilo porque no había muchos carros ni gente en la calle y eso nos dificultó a todos trabajar”, explica con un rostro que por el maquillaje se muestra optimista y alegre. Coincide con su compañero músico que los choferes ya no les permiten subir a los camiones, además de que la gente “coopera menos que antes”.

En los meses previos a la emergencia sanitaria, reconocen que les “iba mejor” y ahora es más complicado, ya sea porque siguen sin circular tantas unidades como antes o porque no es el mismo volumen de personas las que salen a trabajar.

Sin apoyos gubernamentales, el músico dice que es mejor no pedirlos por el temor a que las autoridades envíen una patrulla por ellos y los encarcelen. “Mejor quedarse callados”, apunta quien al día lo máximo que ha logrado son alrededor de 100 pesos “para irla pasando”.


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