Reciben terrenos voceadores de Oaxaca, 10 años después de gestionarlo
Un total de 132 voceadores recibieron un predio, cada uno mide 108 metros cuadrados.
El olor a carne asada impregna el ambiente. María, Julia e Isabel cocinan para su familia, para los invitados y para los colados. En la parte alta, las cumbres de las pirámides de Monte Albán son testigos de la fiesta que se arma en las faldas del cerro.
Un total de 132 voceadores recibieron un predio, mide 108 metros cuadrados, pero nadie pone mala cara, “el nuestro es un gremio con necesidad, sin prestaciones ni apoyos sociales”, dice Francisco Celis Vásquez, secretario general de la Unión de Voceadores y Expendedores de Periódicos Libros y Revistas del Estado de Oaxaca.
Las cervezas aparecen, lo que suple la presencia de las autoridades estatales, quienes les han cancelado en tres ocasiones la entrega de los lotes, pero para los voceadores eso no importa, ellos son felices con el pedazo de tierra que recibirán.
“Hoy mis compañeros van a recibir físicamente un lote de interés social, que se empezó a gestionar hace aproximadamente 10 años, el tortuguismo de las administraciones no ayudan”, destaca Celis Vásquez.
El predio que albergará los 132 lotes para igual número de voceadores se ubica en San Pedro Ixtlahuaca y costó al Gobierno del Estado 200 mil pesos, ante lo cual las muestras de agradecimiento no se hacen esperar.
“Muchos de los compañeros viven exclusivamente de la venta de periódicos y no les alcanza para vivir, y mucho menos para comprar un terreno”, declara el dirigente de una de las dos organizaciones de voceadores.
Un premio a décadas de trabajo
Julia Aguilar es voceadora desde hace 30 años, es dueña de la revistería el Che, ubicada en el Jardín Madero, en donde ha pasado toda una vida. Las ventas ya no son como solían ser, pero este día una sonrisa de oreja a oreja aparece en su rostro.
“Yo soy voceadora desde que estaba Heladio Ramírez López de gobernador, hace 30 años”, señala Julia Aguilar, “yo era cocinera y cambié de giro por mi esposo, quien trabajaba en Carteles, yo no quería pero ahora me encanta estar en mi negocio”.
No hay prestaciones, no hay apoyos sociales, estamos solos, explica la voceadora mientras sus compañeros la apoyan “me siento realizada con mi terreno, es parte de mucho tiempo de trabajo, es un premio al trabajo de 30 años”.
