Unas mil embarcaciones ribereñas quedaron varadas luego de la restricción a la navegación que realizó para evitar naufragios.
Capitanía de Puerto informó que la restricción se extendió desde los límites de Chiapas hasta Puerto Ángel, esto con la finalidad de evitar que cualquier tripulación naufrague ante el ciclón tropical que azotó la entidad Oaxaqueña.
Si bien, los tripulantes que violen el protocolo de restricción mediante la alerta roja se le aplica una multa de cuatro mil pesos y son detenidos por personal de la Secretaría de Marina quien son los que vigilan las costas.
La sanción obedece según las autoridades marítimas a que si los tripulantes de una lancha ribereña dedican a la pesca salen sin permiso se les multa.
De esta manera, se previene cualquier incidente marítimo a consecuencia del mal tiempo, en tanto aminoren las condiciones climatológicas.
Y es que muchos pescadores ribereños que viven al día en ocasiones violan los protocolos debido a que tienen la necesidad de ir en busca del producto marino para poder capturarlo y revenderlo para poder subsistir junto con su familia.
Para Alejandro Zarate, pescador de la población de Playa Brasil expresó que para ellos resulta difícil cuando hay mal tiempo porque tienen que suspender la actividad pesquera que realizan.
“Nosotros paramos hasta por una semana cuando el clima está mal y aparte hay restricción. Eso nos afecta porque vivimos al día de lo que capturamos”, expresó.
El pescador, expresó que el mal tiempo es común en la zona de Oaxaca, por lo que muchos ya se acostumbraron a trabajar de esa manera para realizar la captura correspondiente.
