Luego de sufrir daños por el terremoto del pasado 7 de septiembre, las plantas que refinan los diversos productos petrolíferos enfrentan serios problemas debido a que no han entrado en operaciones al cien por ciento.
Apenas este jueves se realizó otra prueba de la válvula de seguridad de la caldera CB-1 al interior de la Refinería Antonio Dovalí Jaime.
Estas pruebas en los últimos meses han provocado no solo ruidos, sino también han provocado pánico entre la población ante la falta de información de estos trabajos.
Desde hace ocho meses, algunas plantas petroleras estuvieron fuera de operaciones, sin embargo, se han estado reparando para funcionar a un 50 por ciento de capacidad.
Aunque Petróleos Mexicanos informó que cuenta con reservar en caso de presentarse un desabasto para continuar suministrando a sus clientes vía marítima.
No obstante, en estos últimos meses la producción bajó considerablemente a consecuencia del terremoto y otros factores al interior de la petrolera.
Las 26 plantas con que cuenta la Refinería para refinar los diversos productos petrolíferos que son exportados a diversos mercados generando importantes divisas.
Petróleos Mexicanos informó que se ha estado trabajando a marchas forzadas para restablecer al cien por ciento las plantas que aún están en fase de reparación con la finalidad de que permita poder seguir exportando de manera eficiente.
Por su parte, Carlos Benjamín García, experto en temas de Protección Civil, explicó que desde la explosión en la casa de bombas y posteriormente el terremoto han estado afectando de manera directa a la Refinería, pero también arrastra consigo una serie de situaciones al exterior, es decir con la ciudadanía porque no hay información de qué es lo que ocurre en la petrolera.
“Cuando sucede un incendio al interior de la Refinería todo se oculta porque ellos tienes normas de seguridad y protocolos a seguir. Pero al exterior la gente se asusta porque no sabe realmente porqué el humo, esto porque no hay una información de manera directa”, añadió.
