Este domingo muchas familias fueron testigos de la liberación de tortuguitas en la playa de la comunidad de Concepción Bamba, en donde la cooperativa “Cocha Bamba” organizó una campaña de liberación de tortugas, toda vez que desde hace 7 años mantiene un programa de conservación de la tortuga marina a través del campamento tortuguero en donde se incuban los quelonios, los cuales una vez que eclosionan son devueltos al mar.
Osvaldo Escobar Presidente del Concejo de Vigilancia explicó que se hizo la invitación a todas las comunidades para que pudieran participar en esta importante actividad, toda vez que la tortuga es del Istmo de Tehuantepec y se debe proteger como un patrimonio.
Indicó que en esta ocasión se liberaron un promedio de 500 y 600 ejemplares, los cuales fueron incubados en el campamento tortuguero que la comunidad viene desarrollando, con único objetivo de preservar la especie considerada en peligro de extinción.
Señaló que los huevos de la tortuga tardan 45 días de incubación, los cuales son puestos a una profundidad de 35 centímetros y se mantiene en una humedad de 30 a 35 grados para que puedan eclosionar y más tarde poder liberarlos.
“Esta actividad es importante, pues desde que formamos este proyecto en el 2010 nos ha dado resultados, durante 7 años hemos trabajado de manera voluntaria, hemos resistido, hemos aguantado y hemos dado resultados, tan solo el año pasado tuvimos la dicha de liberar 18 mil 670 ejemplares, dice la ciencia que de 100 se logra una, entonces consideremos que por lo menos 100 tortuguitas de las que hemos liberado andarán por las playas del Istmo de Tehuantepec y regresarán a poner sus huevos y volveremos a incubarlos”, detalló.
El también responsable técnico del campamento tortuguero de Concepción bamba, dijo que además se acaba de meter el trámite para otro proyecto a través de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), con el que se construirá una pala mejor acondicionada en donde se puedan otorgar talleres de educación ambiental sobre el tema de la conservación y preservación de esta importante especie.
Los niños fueron los encargados de soltarlas a las tortuguitas, cuidando que sin contratiempos pudieran ingresar al mar, por lo que en un ambiente de alegría se cumplió con este ciclo de la vida, esperando que algún día estas tortuguitas regresen a las playas oaxaqueñas a desovar y con ello se logre una vez más el nacimiento de más tortuguitas.
