En los últimos seis meses, el proyecto del tren transístmico ha enfrentado más de 40 conflictos políticos y sociales que han afectado el desarrollo de los trabajos de la red ferroviaria en Salina Cruz.
Desde conflictos por ruptura de tubería, oposición a destrucción de viviendas, pasos de servidumbre y falta de pagos, son solo algunos de los problemas que enfrenta el proyecto federal.
Aunque, lleva un retraso del 20 por ciento, el propósito de cumplir el tendido de la red ferroviaria continúa pese a las adversidades.
En algunas zonas de Salina Cruz, los responsables de la obra han dialogado con los dueños de las viviendas a quienes les han ofrecido apoyo económico o material de construcción en caso de presentar algún daño, con el fin de permitir que los trabajos no se detengan en lo más mínimo.

Cabe destacar que son poco más de 4 mil viviendas las que están ubicadas sobre el derecho de vía, no obstante, las familias se rehúsan a abandonar o ceder los espacios para el tendido de las Vías
Férreas como parte del proyecto transístmico y el tren maya que promueve el gobierno federal en la región del Istmo.
Si bien, este proyecto contempla mover al día más de 20 vagones para el traslado de mercancía entre Salina Cruz y Coatzacoalcos para hacerlo más rentable y competitivo, sólo falta esperar que la serie de conflictos dejen terminarlo.