5 de septiembre, cuando las armas juchitecas se cubrieron de gloria
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5 de septiembre, cuando las armas juchitecas se cubrieron de gloria

Llaman a reflexionar sobre la fecha que llenó de libertad al pueblo de Juchitán


5 de septiembre, cuando las armas  juchitecas se cubrieron de gloria | El Imparcial de Oaxaca
Las mujeres fueron de elemental importancia durante la batalla que dio la victoria al pueblo zapoteca.

Autoridades y organizaciones sociales y culturales, conmemoraron el 151 aniversario de la Batalla del 5 de Septiembre de 1866 cuando el ejército invasor francés fuera derrotado por un grupo de hombres y mujeres mal armados, originarios de Juchitán y de comunidades cercanas.

La autoridad municipal encabezó los festejos con una ofrenda floral en el Monumento a los Héroes del 5 de Septiembre y un desfile cívico donde participaron escuelas de la ciudad. Asimismo, se realizó un acto cívico y se depositó una ofrenda floral en el “Pozo Peralta”, lugar donde los juchitecos descansaron y bebieron agua durante la batalla.

Pero también organizaciones como “Tona Taati”, (en memoria de Petrona Esteva, una mujer que participó en la batalla del 5 de septiembre), conmemoraron esta fecha y recordaron a los héroes y heroínas que defendieron desde Juchitán, el territorio nacional.

Para el historiador y fundador de la organización “Tona Taati”, Tomás Chiñas Santiago, a 151 años de aquella gesta heroica, es necesario reflexionar sobre su importancia, mismo que ha dejado testimonio de que, cuando un pueblo defiende sus derechos y no puede concebir la vida sin libertad, es un pueblo que inevitablemente alcanza la victoria.

“La intervención francesa dejó en nuestras almas notas de dolor y gloria. Desde Francia, Napoleón III quiso eclipsar la luz de la justicia, al invadir el territorio mexicano con el mejor ejército del mundo de aquella época, bajo el pretexto de la suspensión del pago de la deuda externa de México con Francia que Juárez había declarado el 17 de Julio de 1861”, explicó Tomás Chiñas.

De acuerdo con el historiador, el año de 1862 fue el inicio de la ofensiva extranjera. Para enfrentar al ejército francés, el presidente Juárez formó un gobierno itinerante y con decisión nacionalista y firme, defendió a la república contra la intervención extranjera.

“En esta versión de la historia, destaca el ejemplo de los valientes juchitecos que, apoyados por los pueblos del Istmo de Tehuantepec y del vecino estado de Chiapas, defendieron la soberanía nacional el 5 de septiembre de 1866 en Juchitán, donde los ejércitos republicano y popular se fundieron en uno solo para derrotar las ambiciones imperialistas de Francia”.

Ya en la Batalla de Puebla del 5 de mayo de 1862, comenta Tomás Chiñas, los juchitecos que conformaron el Batallón “Independencia”, habían participado al lado de Porfirio Díaz.
Cuando cae la ciudad de Oaxaca en manos de los invasores, el 9 de febrero de 1863, Remigio Toledo, conocido como Remigio Gubizi, es nombrado Coronel y Comandante de la Guardia Imperial de Tehuantepec, por haberse adherido a las fuerzas imperialistas, quien trató varias veces de convencer a los juchitecos a rendirse.

Ante la negativa de éstos, se nombra una Comisión de Notables de Tehuantepec que llega a Juchitán el 2 de septiembre de 1866, para reiterarles la invitación a las autoridades juchitecas. Surge entonces la amenaza de que, si no se rendían por la buena, el Ejército Imperialista “La Cola del Diablo” se encargaría de obligarlos a hacerlo. La respuesta de la autoridad municipal y su gabinete fue tajante “Que vengan y que nos demuestren qué tan diablos son”.

Tomás Chiñas relata que al conocer la respuesta de los juchitecos, el ejército imperialista se lanza contra Juchitán, con aproximadamente 2 mil 500 elementos muy bien armados y con 2 piezas de artillería. La defensa de los juchitecos se preparó con tan sólo 500 hombres, quienes el 4 de septiembre de 1866 se vieron obligados a refugiarse en el lugar conocido como “Pozo Peralta”, al oriente de la comunidad, ante la superioridad del ejército invasor.

Los juchitecos que estuvieron al frente de la batalla fueron, Albino Jiménez conocido como “Binu Gada”, Anastasio Castillo, Pedro Gallegos, Mariano Martínez, Albino y Felipe López Lena y Rufino Pineda, apoyados por Primo y Norberto Rasgado de Ixtaltepec, así como por los hermanos Marcos y Amós Matus y Francisco Cortés de San Blas Atempa.
El papel de las mujeres juchitecas encabezadas por Petrona Esteva, conocida como “Tona Taati”, Rosalía y Simona Robles, Paulina Vásquez y María Tachu, entre otras, fue muy relevante, ya que no solamente curaron a los heridos y alimentaron a los hombres, sino participaron abiertamente en la lucha.

“Y fue precisamente la valiente Juchiteca, conocida como ‘Tona Taati’ quien fustigó a los hombres diciéndoles en zapoteco, ‘Xhi naatu pue, ñe cadi jma gudiiñetu laacabe Puebla la?’ (‘¿Qué dicen pues, que no les ganaron en Puebla?), ‘pa cadxibitu latanee xquibatuca laadu, ne lagaacu xpizudidu, ti gu’yatu pa zabeedu laacabe o co’ (‘Si tienen miedo, préstenos las armas y pónganse nuestras enaguas para ver si los sacamos o no’)”.