“Trump es mucho más radical ahora de lo que era hace ocho años”, dijo Elliott Abrams, un conservador que sirvió bajo los presidentes Ronald Reagan y George W. Bush antes de ser nombrado enviado especial de Estados Unidos para Irán y Venezuela en el primer mandato de Trump. “Me ha sorprendido”.
Los primeros 100 días desde que el presidente Donald Trump regresó al cargo ha puesto patas arriba partes del orden mundial basado en reglas que Washington ayudó a construir de las cenizas de la Segunda Guerra Mundial.
De acuerdo con especialistas, Trump ya agitó en su primer mandato las columnas que soportaban un entendimiento de décadas, pero la versión actual del mismo presidente está haciendo zozobrar dramáticamente el barco.
MÉXICO YA NO SIENTE LO DURO, SINO LO TUPIDO
En los 100 días del mandatario en el poder, las aguas están revueltas en el mundo entero, pero México, su primer socio comercial, busca ya soluciones en la economía interna para salvar una crisis que amenaza con cambiar las relaciones binacionales por completo.
Lo que antes era fuerza de trabajo ahora son migrantes indeseables para la Administración trumpista, lo mismo con el tráfico de drogas, impulsado antaño para uso de los soldados en conflictos bélicos y ahora convertido en una hidra de mil cabezas que deja miles de víctimas del fentanilo en Estados Unidos y de muertos por violencia en México.
La agenda “América primero” de Trump en su segundo mandato ha alejado a amigos y envalentonado a adversarios, al tiempo que ha suscitado dudas sobre hasta dónde está dispuesto a llegar.
Donald Trump ha defendido las expulsiones acusando a los migrantes de tener vínculos con grupos criminales. Sus acciones, unidas a esa incertidumbre, han desconcertado tanto a algunos gobiernos que están respondiendo de maneras que podrían ser difíciles de deshacer, incluso si un presidente estadounidense más tradicional es elegido en 2028.
Se ha enfrascado en una transformación que está realizando a base de órdenes ejecutivas a un ritmo endiablado; tanto, que ha batido el récord histórico de decretos en los primeros 100 días de mandato.
En este segundo mandato Trump estampó su firma con rotulador grueso en 142 órdenes ejecutivas, más que cualquiera de sus predecesores en este período, según el recuento del American Presidency Project, de la Universidad de California en Santa Barbara. “Firmaré unas órdenes ejecutivas históricas. Con estas acciones, empezaremos a completar la restauración de EU y la revolución del sentido común”, dijo el republicano en su discurso de investidura, el 20 de enero
Todo esto se produce en medio de lo que los críticos del presidente republicano consideran signos de retroceso democrático en casa que han suscitado preocupación en el extranjero.
“Lo que estamos viendo es una enorme perturbación en los asuntos mundiales”, dijo Dennis Ross, ex negociador de Oriente Medio para las administraciones demócrata y republicana. “Nadie está seguro en este momento de qué hacer con lo que está sucediendo o qué vendrá después”.
GUERRA ARANCELARIA
Trump implementó mediante decreto una serie de aranceles que han desencadenado en una guerra comercial. Su primera iniciativa se produjo el 1 de febrero, cuando asignó aranceles del 25% para los bienes de México y Canadá y del 10% para los de China.
Si bien el 2 de abril, bautizado como ‘Día de la Liberación’, se impusieron aranceles adicionales a productos de 57 países, una semana después se suspendieron por 90 días para todos los países excepto China, cuyos gravámenes se elevaron hasta alcanzar el 145%.
¿DOS SEXOS?
Tras declarar que en Estados Unidos solo hay dos géneros —el masculino y el femenino—, una de sus primeras decisiones fue prohibir el tratamiento de transición de género y cirugías a menores de 19 años, firmó órdenes para prohibir a mujeres transgénero competir en deportes femeninos o formar parte del ejército.
Retirada de organismos internacionales
Trump también retiró por decreto a EU de la OMS y del Acuerdo Climático de París, algo que ya había hecho en su primer mandato, y desvinculó a su país de los compromisos con la OCDE. Además, puso fin a la participación en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, congeló los fondos para la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA, en inglés) y firmó una orden para sancionar a la Corte Penal Internacional.