La Semana Santa 2025 se vive con una fuerte carga emocional en el Vaticano, marcada por la frágil salud del Papa Francisco, quien sigue convaleciente tras una larga hospitalización. Aunque ha estado ausente en la mayoría de los ritos litúrgicos, el Pontífice ha expresado su deseo de participar en la bendición Urbi et Orbi este Domingo de Resurrección, uno de los actos más solemnes y esperados del año para el mundo católico.
¿CÓMO SIGUE LA SALUD DEL PAPA FRANCISCO ESTE SÁBADO DE GLORIA?
El Papa Francisco continúa recuperándose este Sábado de Gloria, tras haber pasado 38 días ingresado en el hospital Gemelli debido a una infección respiratoria. Aunque su estado ha mejorado, permanece bajo vigilancia médica, y su participación en la misa y la bendición del Domingo de Pascua sigue pendiente de evaluación médica.
“La vivo como puedo”, respondió con voz débil el Pontífice al ser cuestionado por su salud, durante su única aparición pública esta Semana Santa.
AUSENTE EN LOS RITOS, PRESENTE EN EL ESPÍRITU
El Santo Padre no ha participado en los principales actos litúrgicos de esta Semana Santa 2025, a excepción de una breve visita a la cárcel de Regina Coeli el Jueves Santo, donde saludó a reclusos, cumpliendo una tradición que ha mantenido desde el inicio de su pontificado.
De acuerdo con el programa oficial del Vaticano:
La misa del Domingo de Resurrección será oficiada por el cardenal Angelo Comastri.
El Papa aparecería posteriormente desde la logia central de la Basílica de San Pedro para impartir, si su salud lo permite, la tradicional bendición Urbi et Orbi.
Aunque se contempla que el mensaje pascual sea leído por uno de sus colaboradores, existe la posibilidad de que el Papa dé la bendición personalmente, acto que solo se realiza en Pascua y Navidad.
LA PLAZA DE SAN PEDRO, LISTA PARA RECIBIR A MILES DE FIELES
A pesar de la incertidumbre, la Plaza de San Pedro ya está lista para recibir a miles de peregrinos y fieles que se congregarán este domingo, esperando ver al Papa y recibir la bendición Urbi et Orbi. Este evento es seguido en todo el mundo y representa un momento de fe, esperanza y unidad para millones de católicos.