El grupo extremista Estado Islámico (EI) mató a 258 civiles en los últimos días en la norteña ciudad de Mosul, donde los yihadistas bloquearon hoy los accesos a la Gran Mezquita al-Nouri en previsión de asalto final de las fuerzas iraquíes.
Los yihadistas asesinan a unas nueve familias diariamente. “Asesinan a madres ante los ojos de sus hijos y lanzan sus cadáveres a un estanque”, denunció el Observatorio Iraquí de Derechos Humanos, con base a testimonios de desplazados.
Tan sólo en los últimos 10 días, el EI asesinó a 258 civiles al verse cercados en el casco antiguo de Mosul por las fuerzas iraquíes.
El observatorio explicó que los extremistas emplean armas con silenciadores para ejecutar a los civiles en lugares públicos, sobre todo durante el rezo de la noche, que se lleva a cabo después de la puesta de sol.
Los yihadistas asesinan a aquellos civiles a los que acusa de colaborar con las fuerzas gubernamentales, que intentan huir de sus áreas de control o que desobedecen sus órdenes.
Este jueves, las tropas iraquíes hallaron una fosa común con los restos de unos 60 civiles ejecutados por el EI en el distrito Al-Shifa, en el oeste de Mosul, el cual había sido liberado recientemente por las fuerzas iraquíes, según la televisión Al Sumaria.
Los fallecidos, entre ellos ancianos y 23 mujeres, trabajaron como abogados y funcionarios, según indicaban las cédulas de identidad encontradas junto a los cuerpos que presentaban heridas de bala en la cabeza, lo cual permite concluir que fueron ejecutados a quemarropa por los yihadistas.
Las fuerzas de seguridad iraquíes han descubierto numerosas fosas comunes en distintas zonas que han sido arrebatadas a los yihadistas en Mosul, capital de la provincia de Nínive, desde octubre pasado cuando comenzaron las operaciones para liberar la ciudad de dominio del EI.
Ante el avance de las fuerzas iraquíes, el EI cerró este jueves las calles aledañas a la Gran mezquita de al-Nouri y desplegó decenas de combatientes en puntos estratégicos, en previsión del asalto final de las tropas gubernamentales en Mosul, último feudo urbano en Irak.
Las fuerzas gubernamentales han repartido folletos en los diferentes distritos pidiendo a las familias que abandonen la zona, pero la intensidad de los enfrentamientos ha impedido que la gente escape.
La Gran Mezquita Al-Nuri tiene especial simbolismo para el gobierno iraquí porque tomarla significará haber expulsado a los yihadistas del lugar donde su líder, Abu Bakr Al-Baghdadi, proclamó en junio de 2014 un califato islámico en las zonas bajo su control en Irak y Siria.
