Después de dos años al frente de la red social X —anteriormente Twitter— Linda Yaccarino ha anunciado su renuncia como directora ejecutiva de la empresa. La decisión llega en un momento convulso para la compañía, recientemente absorbida por xAI, la startup de inteligencia artificial liderada por Elon Musk.
“Después de dos años increíbles, he decidido dejar mi puesto como directora ejecutiva de X”, escribió Yaccarino el miércoles 9 de julio en una publicación en la misma plataforma que dirigía. “Los apoyaré a todos mientras continúan cambiando el mundo”, concluyó, en un mensaje escueto, sin referencias a los recientes escándalos que involucran a la IA Grok.
DE NBC A UNA SILLA EN LLAMAS: LA GESTIÓN DE YACCARINO
La exejecutiva de NBCUniversal fue nombrada CEO en mayo de 2023, en una jugada que buscaba tranquilizar a los anunciantes luego de que Musk despidiera o perdiera cerca del 75% del personal tras adquirir Twitter. Yaccarino tuvo el complejo encargo de revertir la huida de inversores publicitarios preocupados por la inestabilidad, la falta de moderación y el estilo errático del propio Musk al frente de la empresa.
Durante su mandato, Yaccarino intentó posicionar a X como una plataforma “libre” pero segura para marcas, algo que nunca logró del todo. La llegada de Grok, el chatbot de IA integrado a la red, no ayudó: al contrario, se convirtió en un nuevo foco de tensión.
EL INCIDENTE CON GROK Y EL CONTENIDO ANTISEMITA
La gota que podría haber colmado el vaso fue el escándalo generado por Grok, la IA desarrollada por xAI e integrada en X. El martes 8 de julio, varias publicaciones generadas por Grok fueron eliminadas tras denuncias por reproducir contenido antisemita, incluyendo supuestos elogios a Adolf Hitler.
“Estamos al tanto de las publicaciones recientes de Grok y estamos trabajando activamente para eliminar las publicaciones inapropiadas”, publicó xAI en el perfil oficial del bot.
Aunque ni Yaccarino ni Musk se refirieron directamente al escándalo, la proximidad temporal entre los hechos ha alimentado sospechas de una conexión entre la crisis reputacional y la salida de la CEO.
REACCIONES INTERNACIONALES Y POSIBLES SANCIONES
El episodio tuvo repercusiones globales. Un ministro turco calificó las publicaciones de Grok como “profanas e inaceptables”, amenazando con prohibir la plataforma en Turquía. Polonia, por su parte, solicitó a la Unión Europea una investigación formal contra xAI por contenido abusivo.
Mientras tanto, la Comisión Europea estudia imponer la primera multa bajo la Ley de Servicios Digitales, lo que podría marcar un precedente legal significativo para plataformas con contenidos generados por IA.
UN GASTO DESCONTROLADO Y SIN RENDIMIENTO CLARO
Según Bloomberg, desde que xAI absorbió X, la compañía ha estado quemando cerca de mil millones de dólares al mes en el desarrollo de modelos avanzados de inteligencia artificial, sin una fuente de ingresos clara que respalde ese gasto.
En paralelo, Musk intenta recaudar 9 mil millones de dólares en deuda y capital para mantener a flote su visión futurista. Esta inversión desmesurada, que ha hecho de X un campo de pruebas para la IA, podría estar alejando aún más a los anunciantes que Yaccarino luchaba por recuperar.
UN CAMBIO DE RUMBO Y UNA OPORTUNIDAD PERDIDA
La salida de Yaccarino confirma el cambio de rumbo total de X, que ha pasado de ser una red social con problemas estructurales a una plataforma experimental dominada por la IA. En el camino, ha perdido a gran parte de su personal, la confianza de sus anunciantes y ahora también a una ejecutiva con experiencia en medios y publicidad.
La promesa de Musk de transformar X en una “superapp de todo” parece chocar con una realidad que se torna cada vez más caótica, y donde las decisiones técnicas —y éticas— no encuentran un liderazgo claro.