OEA declara violación de la Convención de Viena por asalto a Embajada de México en Ecuador

El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) emitió una resolución el 10 de mayo en la que determinó que Ecuador violó la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas al irrumpir en la Embajada de México en Quito con el propósito de aprehender al ex presidente Jorge Glas. El asalto, ocurrido el viernes 5 de abril, generó consternación por parte de la comunidad internacional debido a la agresión sufrida por el diplomático Roberto Canseco durante el incidente.

La incursión de las fuerzas del orden ecuatoriano en la sede diplomática mexicana tenía como objetivo la detención de Jorge Glas, quien enfrentaba acusaciones de corrupción y supuestos sobornos relacionados con la constructora brasileña Odebrecht. Sin embargo, según Alicia Bárcena, del Tribunal Federal de Brasil, Glas había sido eximido de las acusaciones del caso Odebrecht, lo que invalidaba la orden de arresto. Además, México considera a Glas un asilado político, lo que le otorga el derecho de asilo político según la Convención de Viena.

La Convención de Viena establece en su artículo 22 que las misiones diplomáticas son inviolables y que los países receptores deben protegerlas contra cualquier intrusión o daño. Asimismo, el artículo 29 de dicha convención prohíbe la detención o arresto del personal diplomático.

Como respuesta a esta violación, el gobierno de México ha presentado una denuncia ante la Corte Internacional de Justicia, acusando a Ecuador de intervenir sus comunicaciones. Esta ruptura de los tratados de la Convención de Viena podría tener repercusiones negativas en las relaciones internacionales, la economía y la estabilidad política del país infractor.

La denuncia presentada contra el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, y otros funcionarios ecuatorianos, incluye cargos de secuestro agravado, desaparición forzada, tortura y violación de los deberes de la humanidad. La justificación del gobierno ecuatoriano de los hechos cometidos contra Glas mediante la declaración de un conflicto armado no internacional ha sido criticada internacionalmente.

La noche del asalto, el presidente mexicano López Obrador anunció la suspensión de relaciones diplomáticas con Ecuador, calificando la acción como “autoritaria” y contraria al derecho internacional. Esta medida refleja la gravedad del incidente y su impacto en las relaciones bilaterales entre ambos países.