En un inquietante suceso dentro de las instalaciones carcelarias de Texas, Billy Chemirmir, un hombre condenado por la muerte de 22 ancianas en un periodo de dos años, fue hallado sin vida en su celda. Los reportes penitenciarios indican que el responsable del homicidio fue su propio compañero de celda, quien también estaba condenado por homicidio.
Chemirmir, de 50 años, había sido hallado culpable el año pasado por la muerte de dos mujeres, y se encontraba cumpliendo cadena perpetua. El recluso estaba acusado de acechar a sus víctimas con el propósito de robarles joyas y otros objetos de valor.
La muerte de Chemirmir ocurre en medio de un contexto de creciente violencia dentro de las cárceles de Texas. Recientemente, las prisiones del estado enfrentaron un cierre sin precedentes debido a un aumento en los asesinatos internos, vinculados en su mayoría con drogas.
La noticia ha tenido un impacto mixto entre los familiares de las víctimas de Chemirmir. Algunos expresaron conmoción, mientras que otros manifestaron un sentimiento de alivio ante el destino del recluso. Shannon Dion, hija de Doris Gleason, una de las víctimas de 92 años, comentó en una conferencia: “Mi madre murió con miedo. Este hombre no murió en paz. Hay cierto alivio en sentir que no se libró fácilmente”.
La carrera criminal de Chemirmir salió a la luz después de que una mujer de 91 años sobrevivió a un ataque en 2018 y denunció a un hombre que intentó asfixiarla y robarle sus joyas. Chemirmir fue aprehendido al día siguiente con joyas y dinero en su posesión.
Aunque Chemirmir fue inicialmente condenado por dos asesinatos, estaba acusado de un total de 22 homicidios. Tras ser declarado culpable por la muerte de dos mujeres, se retiraron los 11 cargos restantes, y no se solicitó la pena de muerte.
