Si bien, y como dice el dicho, “la pelota es redonda y los partidos duran 90 minutos”, las posibilidades de que México reviva esos tiempos, no es que sea algo imposible, pero sí son muy moderadas. El “Tri” actualmente transita por una era muy desafiante que les complica alcanzar esa meta. Analicemos el porqué de esta situación.
Rendimiento en la Copa América 2024
La Copa América 2024 fue un termómetro clave para evaluar el nivel de México en torneos relevantes. Sin embargo, los resultados fueron decepcionantes. México comenzó con una victoria 1-0 ante Jamaica, pero luego cayó 1-0 frente a Venezuela y empató 0-0 con Ecuador, quedando eliminado en la fase de grupos. Este pobre desempeño reflejó muchos problemas persistentes como la falta de contundencia ofensiva, con solo un gol anotado por Gerardo Arteaga, y una gran fragilidad defensiva, agravada por lesiones como la de César Montes. La ausencia de Guillermo Ochoa en la portería generó incertidumbre, aunque Julio González mostró solvencia. Santiago Giménez, siendo una figura en el A. C. Milan, no logró romper su sequía goleadora con la selección.
Otra de las deficiencias que mostró el tri fue en relación con las carencias tácticas y un planteamiento de juego basado más en defensiva que en ofensiva. Otro hecho es la presión visible del equipo por clasificar, lo cual generó una falta de cohesión y creatividad. Esto pone en duda la capacidad de concentración de la selección mexicana para enfrentar rivales de mayor jerarquía en 2026, de acuerdo con las apreciaciones de las principales casas de apuestas como Megapari mexico.
Actuaciones de México en otros partidos recientes.
Desde la Copa América 2024, México ha venido mostrando señales de tener un nivel de juego mixto. Bajo el tercer ciclo de Javier Aguirre como técnico, el equipo ganó la Nations League 2024-25, venciendo a Estados Unidos y mostrando una mejor organización defensiva. Sin embargo, en partidos amistosos contra equipos europeos, como Ucrania, revelaron muchas limitaciones que tiene el tri para hacer frente a estilos de juego más dinámicos.
Posibilidades reales para 2026
Como vemos, las posibilidades de que México alcance los cuartos de final en 2026 dependen de varios factores. El formato ampliado del Mundial puede facilitar el avance de México a dieciseisavos, ya que incluso un tercer puesto en el grupo podría ser suficiente. Sin embargo, llegar a cuartos implica superar dos rondas de eliminación directa, donde México históricamente ha flaqueado. El sorteo, que se realizará a finales de 2025, será determinante para la selección mexicana: si no cae en un grupo donde tenga que enfrentar a potencias como Francia o Brasil en las primeras rondas, aumentaría las probabilidades.
La ventaja de jugar en casa, especialmente en el Estadio Azteca, podría ser un impulso psicológico y físico, dado el impacto de la altitud. No obstante, la preparación debe abordar las debilidades mostradas en la Copa América: mejorar la definición, consolidar la portería y diversificar el ataque más allá de Giménez. Aguirre, con experiencia en mundiales, debe implementar un sistema táctico que maximice la solidez defensiva y aproveche transiciones rápidas.
Estadísticamente, México tiene un 60% de probabilidad de avanzar a octavos, según proyecciones de medios, pero solo un 20% de llegar a cuartos, debido a la brecha con selecciones top. La evolución de jugadores jóvenes como Edson Álvarez y la recuperación de lesionados como Montes podrían marcar la diferencia.