¿Tienes hambre emocional o hambre fisiológica?
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Nutrición

¿Tienes hambre emocional o hambre fisiológica?

Cuando comemos, no siempre es porque nuestro cuerpo necesita nutrientes, existen diversas razones por las que ingerimos alimentos


¿Tienes hambre emocional o hambre fisiológica? | El Imparcial de Oaxaca
Imagen internet

De acuerdo a información emitida por el Centro Tadi, especialista en la Psicología y Psiquiatría ubicado en Bilbao, España, el hambre fisiológica es cuando el organismo requiere energía.

Esto ocurre cuando el cuerpo mismo va enviando señales que aumentan de forma gradual. Este tipo de hambre suele presentarse en horarios que se tienen establecidos para la ingesta. Además, cuando el hambre es fisiológica, consumir cualquier alimento es capaz de satisfacer esta sensación.

Pero, ¿qué pasa con el hambre llamada “emocional”? Este tipo de hambre está relacionada a las emociones desagradables, aunque existen excepciones, como comer por la convivencia familiar o por apego a recuerdos positivos.

En ocasiones, a veces no se sabe manejar las emociones negativas de otra forma que no sea comiendo. Esto ocurre ya que la comida es un estímulo que produce placer y hace sentir mejor a las personas.

Entre las características del hambre emocional destacan:

  • Aparición repentina.
  • Sensación de descontrol.
  • Apetito por alimentos concretos.
  • Recuerdo del sabor de ciertos alimentos.
  • En ocasiones puede haber sentido de culpa después de la ingesta.
  • Comer para aliviar el estrés.
  • Comer para una celebración.
  • Comer como recompensa.
  • Comer sin tener hambre física.

¿Cómo gestionar el hambre emocional?

Es importante destacar que el caso de cada persona debe evaluarse y tomar medidas según sus características particulares. Sin embargo, existen algunos consejos para tomar control frente al hambre emocional, si así se desea.

La recomendación principal, es apoyarse en especialistas de la salud mental y la nutrición para contar con una guía adecuada. Ello puede involucrar una terapia cognitivo-conductual, que trae como beneficios:

  • Comprender la correlación entre los sentimientos y la voluntad de comer.
  • Técnicas para entender los desencadenantes emocionales que llevan a comer.
  • Manejo de las emociones.
  • Estrategias alternativas de alimentación.
  • Reducción de los síntomas.