Romeritos, la historia detrás de los quelites navideños
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Romeritos, la historia detrás de los quelites navideños

En esta temporada es inevitable pensar en el tradicional platillo que forma parte fundamental de las cenas de Nochebuena y Año Nuevo


Romeritos, la historia detrás  de los quelites navideños | El Imparcial de Oaxaca
Los romeritos formaban parte de la dieta de los aztecas, y desde ese entonces se consideraban un platillo muy nutritivo.

En México, cuando llega la temporada navideña, es inevitable pensar en el tradicional platillo de los romeritos, hechos con la planta denominada romerito, romerillo o quelite salado, base de este plato que forma parte fundamental de las cenas de Nochebuena y Año Nuevo, pero ¿sabes qué es y por qué lo comemos?

En algunos lugares es considerado maleza invasiva, pero su uso en la gastronomía mexicana data de tiempos prehispánicos.

El romerito tiene su origen en los campos de México y Estados Unidos. Se trata de una planta arbustiva perenne, con apariencia de arbusto pequeño de 60 a 100 cm de altura, con hojas verdes, carnosas, de flores pequeñas y fruto seco. Crece en suelo alcalino salino y lugares pantanosos y tiene impacto en cultivos de maíz y hortalizas.

Estos “romeritos” pertenecen a la familia de los quelites al igual que los quintoniles, epazote, verdolaga, huazontle y berros, entre otros.

Una de sus principales características gastronómicas, es que a diferencia de otros quelites, los romeritos no se comen crudos, sino que deben de cocerse en agua antes de añadirlos a salsas, pipianes o moles, en donde adquieren un delicioso sabor y le brindan textura a la preparación.

Una dieta azteca

Los romeritos formaban parte de la dieta de los aztecas, y desde ese entonces se consideraban un platillo muy nutritivo. En esa época se preparaban con ahuautles, que son los huevecillos comestibles de un mosco acuático que vive cerca de los lagos. Su sabor es parecido al del camarón, es por eso que la receta que hoy preparamos con tortitas de camarón, tiene sus orígenes en el sabor de la época prehispánica y se adaptó tal y como la consumimos actualmente, durante la época colonial.

De acuerdo al chef e historiador Yuri de Gortari, en esa etapa de la historia mexicana y a pesar de las carencias económicas, las monjas que vivían en los conventos, crearon un platillo barato y sabroso con los ingredientes que tenían a la mano. Originalmente al platillo se le conocía como “Revoltijo”, por la mezcla de ingredientes europeos y mexicanos que contiene como los romeritos, papas, nopales, nueces, cacahuate y mole.

Estos romeritos se preparan sobre una base de mole, acompañados de papas cambray, nopales y camarones secos. También se emplea como guarnición de otros platillos hechos a base de pescado y mariscos.

Tradición navideña 

No se sabe con exactitud la fecha en la que se empezó la tradición de servir este platillo en las fiestas navideñas. Lo que se cree es que, debido a que se trata de un platillo sin carne de res, encajó en los rituales celebrados durante la vigilia de Cuaresma y de Navidad ya que antaño, un día antes de Nochebuena o el 24 de diciembre se le consideraba día de vigilia.

Además de ser un platillo muy rico, los romeritos son bastante nutritivos, algo que no debemos descuidar en estas fechas. Son ricos en ácido fólico, vitamina A y C, calcio y fibra. Es uno de los pocos platillos 100 por ciento mexicanos que servimos en la mesa de Navidad, y también es importantes considerar que son muy económicos comparados con otros platillos navideños. Este año un buen plato de romeritos no puede faltar en tu mesa.

LA RECETA 

Ingredientes

Para 4 personas

Mole rojo almendrado 2 tazas (del de tu preferencia)

4 tazas de caldo de pollo 

1 kg de romeritos limpios 

4 huevos 

6 nopales 

200g de polvo de camarón 

4 papas en cubo cocidas 

2 tazas de aceite de canola 

Procedimiento 

Hierve el agua con sal y cocina los romeritos por 4 minutos (hasta que se ablanden pero que no se deshagan).

Coloca rápidamente en un tazón con agua y hielo. Repite el procedimiento con los nopales y reserva.

Bate las claras a punto de turrón y añade las yemas sin dejar de batir.

Agrega el polvo de camarón y mezcla cuidando de no bajar el volumen del huevo.

Calienta el aceite en una sartén. Da forma a las tortitas con ayuda de dos cucharas y de tus manos. Coloca rápidamente en la sartén cada tortita.

Cocina hasta que se doren por ambos lados, retira y escurre en papel absorbente. Guárdalas para más tarde.

Coloca el mole en un tazón.

Vierte 2 tazas de caldo.

Mezcla hasta obtener una pasta.

Añade una cucharada de aceite en una cacerola y sofríe el mole.

Vierte el resto del caldo.

Mueve para disolver los grumos y cocina a fuego medio hasta que espese ligeramente.

Añade los nopales, las papas y los romeritos. Mezcla muy bien.

Añade la sal y cocina por 25 minutos más. Sírvelos y acompáñalos con las tortitas de camarón.

¡Listo para disfrutar!