¿Tienes miedo al amor? Puedes tener filofobia
Si eres de los que huye cuando su relación comienza a tornarse muy formal, probablemente tengas esta fobia que es más común de lo que crees.
Para muchos, encontrar el amor puede ser un camino lleno de aventuras románticas y dolorosas; y justo éstas son las que nos llevan a creer o no en su existencia. La idea de un amor romántico es la ideal y es la que traemos desde pequeños y cuando creemos haberlo encontrado, surgen un sinfín de temores que incluso nos llevan a sabotear nuestra relación y salir huyendo a la primera muestra de que las cosas se están poniendo demasiado formales.
Entregar el corazón no es fácil, pero si eres de los que huye despavorido y va de relación en relación por temor a establecer algo serio, podría tratarse de un caso de filofobia.
Los filofóbicos severos sienten auténtico miedo, incluso con una respuesta física de ansiedad y estrés, ante la idea de tener una relación y sobre todo, de llevarla al siguiente nivel. Aunque no hay nada patológico, quienes lo padecen pueden presentar molestias físicas como mareos, náuseas, taquicardias y unas ganas irrefrenables de salir corriendo.
La filofobia puede aparecer tras una experiencia horrible en el amor como una ruptura traumática o haber sido testigo durante la infancia de una mala relación entre los papás y no, no es fácil detectarla, ya que los filofóbicos muchas veces justifican su miedo al compromiso y siempre encuentra la manera de hacer que la relación se vaya al fracaso con diversas situaciones o bien, siempre dirá que no necesita el amor y que su soltería es lo máximo en la vida.
La diferencia entre un filofóbico y un soltero por elección, radica en la manera en la que llevan sus relaciones; ya que el filofóbico siempre resaltará lo que no le gusta del otro y creará constantemente conflictos.
Si crees que eres filofóbico, busca ayuda profesional y sobre todo, apóyate de tus amigos y pareja, es importante exponer tus temores sin miedo a ser juzgado y dejarse llevar por el amor.