¿Cada cuánto debes lavar tus toallas con vinagre para quitar olores?

Aquí te revelamos un secreto infalible para eliminar esos olores no deseados y dejar tus toallas “pachoncitas” después de cada lavado, sin recurrir a productos químicos agresivos.

Limpieza Inicial

Antes de comenzar el proceso, asegúrate de que tus toallas estén libres de manchas visibles. Si encuentras alguna mancha, trata la zona afectada con un poco de detergente líquido, frotando suavemente antes de enjuagar.

Lavado con bicarbonato de sodio

Carga tu lavadora con las toallas, evitando sobrecargarla para permitir una limpieza eficaz. A continuación, agrega bicarbonato de sodio directamente sobre las toallas en la lavadora. Utiliza aproximadamente media taza para una carga regular. El bicarbonato actúa neutralizando los olores desagradables y suavizando las fibras de las toallas. Selecciona un ciclo de lavado con agua caliente para maximizar la eficacia del bicarbonato de sodio y haz funcionar la lavadora. No agregues detergentes o suavizantes durante este ciclo.

Enjuague con vinagre

Una vez finalizado el ciclo de lavado, no retires las toallas de la lavadora. Agrega vinagre blanco en el compartimento de suavizante o directamente sobre las toallas. Utiliza aproximadamente una taza de vinagre para neutralizar los residuos del bicarbonato, eliminar los olores restantes y restaurar el equilibrio del pH de las toallas. Selecciona un ciclo de enjuague con agua caliente y permite que la lavadora complete este ciclo.

Técnicas de secado

Para el secado, tienes dos opciones:

• Secado al aire: Cuelga las toallas en una cuerda de secado al aire libre o en un área bien ventilada para que las fibras se esponjen con el aire fresco.
• Secado en secadora: Si prefieres utilizar la secadora, selecciona un ciclo de secado bajo y añade una bola de secado o una toalla limpia para ayudar a esponjar las toallas durante el secado.

Mantenimiento regular

Repite este proceso cada 4-6 semanas para mantener tus toallas en óptimas condiciones. Además, evita el uso excesivo de suavizantes y detergentes, ya que pueden acumularse en las toallas, reduciendo su capacidad de absorción y suavidad.