Bryant Leomar García
Durante mucho tiempo se ha ido trabajando y se han logrado muchos avances en el campo de los derechos humanos. Sin embargo aún falta mucho camino por recorrer, sobre todo porque hay niños, niñas y adolescentes que se han convertido en defensores de los derechos humanos y se han sumado a esta gran labor.
México atraviesa una grave crisis de derechos humanos que afecta especialmente a los niños, niñas y adolescentes migrantes, indígenas, afromexicanos y en situación de calle, siendo muchos de ellos víctimas de desaparición forzada, ejecuciones, tortura y muchos otros que han sido víctimas de la inseguridad y la impunidad.
Asimismo también se analizan situaciones de violencia, amenazas y abuso sexual, hechos que han colocado a México entre los países más peligrosos de América Latina para los niños y adolescentes.
Durante los últimos años en la sociedad mexicana se han registrado altos niveles de violencia en este sector de la población. De acuerdo con una encuesta realizada por la Secretaria Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA), revela que el 40% opina que la principal causa de violencia y discriminación en México es por el tono de piel, 24% por vivir con alguna discapacidad y 16% por pertenecer a un grupo indígena.
La situación de discriminación que enfrentan las niñas, niños y adolescentes (NNA) en México se debe fundamentalmente a cuestiones como sus procesos de formación y desarrollo y su lugar de nacimiento, siendo también la violencia intrafamiliar, la falta de conocimiento y la pobreza extrema los principales factores por los cuales no se respetan sus derechos.
En relación a ello aún existen creencias muy arraigadas sobre los más pequeños, aludiendo a que “los niños no se dan cuenta de lo que pasa a su alrededor” o que “los adolescentes no saben lo que quieren”, expresiones que son repetidas a menudo y que obstaculizan el disfrute de garantías y libertades de los jóvenes.
Cada derecho humano se encuentra integrado por decenas y hasta cientos de obligaciones a cargo del estado que lamentablemente en algunos estados de México no se les toma mucho interés. Sin embargo hay muchos estados han comenzado a escuchar seriamente los puntos de vista de la comunidad más joven sobre cuestiones importantes, aún así el proceso de cambio se encuentra todavía en sus primeras etapas.
Pero para poder defender sus derechos también es necesario conocerlos. Las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a vivir en una familia que los quiera y los trate bien, a la salud y alimentación, a vivir en un medio ambiente limpio, a tener acceso al agua potable, a expresarse libremente, a jugar, a participar, a utilizar las tecnologías de la información y muchos otros más.
Así que tú, como adolescente, tienes el derecho a exigir que cualquiera que permanezca en tu entorno respete y garantice tus derechos.
La participación de niñas, niños y adolescentes debe ser un proceso permanente de expresión libre e intervención activa a través de la cual puedan opinar, ser escuchados y tomados en cuenta sobre todos los asuntos que impactan en cualquiera de los ámbitos de su vida. Aprendamos a darles el debido valor.