Hoy se celebra el Día del Bolero, una fecha dedicada a honrar a las personas que día con día embellecen el andar de miles de personas: los aseadores de calzado, conocidos popularmente como “boleros”. Su presencia es parte esencial del paisaje urbano, especialmente en el Centro Histórico de Oaxaca, donde este noble oficio se ha mantenido vivo a pesar de las adversidades.
Los boleros son más que trabajadores: son artistas del brillo. Con movimientos precisos, paciencia y dedicación, transforman cualquier par de zapatos en una pieza reluciente. Desde hace décadas, forman parte de la vida cotidiana en plazas y calles, un legado que se remonta a los años cuarenta, cuando era impensable asistir a un baile sin antes dar lustre a los zapatos.
UN OFICIO CON HISTORIA, PASIÓN Y RESISTENCIA
El proceso de bolear zapatos es casi un ritual. Inicia con el cepillado, continúa con la aplicación de jabón, luego tinta, más cepillado, y finalmente, grasa. El toque final lo da la franela, que al frotarse genera ese chasquido característico que anuncia: el calzado ha quedado perfecto.
Pero más allá del lustre, el oficio del bolero es símbolo de trabajo honesto y perseverancia. En un mundo donde los tenis y el calzado informal ganan terreno, los boleros siguen ofreciendo un servicio necesario, estético y de gran valor cultural.
MENOS DEMANDA, PERO MÁS CORAZÓN
Hoy en día, esta labor enfrenta una fuerte baja en la demanda. La moda, la comodidad y los cambios generacionales han hecho que bolear zapatos sea visto por algunos como algo del pasado. A esto se suman factores económicos, cuotas sindicales y la falta de apoyos a este sector.
Sin embargo, los boleros siguen resistiendo, saliendo a trabajar cada día, con cajón en mano, pero sobre todo con la esperanza de encontrar clientes que valoren su esfuerzo. Muchos de ellos han hecho del boleado un arte y un legado familiar que se niega a desaparecer.
EN EL DÍA DEL BOLERO, UN RECONOCIMIENTO MERECIDO
Aunque no hay grandes celebraciones ni desfiles, el mejor homenaje que puede recibir un bolero en su día es la visita de un cliente. Por eso, hoy más que nunca, reconozcamos su labor y celebremos con gratitud a estos guardianes del calzado brillante.
Desde EL MEJOR DIARIO DE OAXACA, un abrazo y felicitación a todos los boleros de Oaxaca, de México y del mundo. Gracias por mantener viva una tradición que brilla con cada paso.