Ayer 20 de junio de 2025 se cumplieron 50 años del estreno de la icónica película Tiburón (Jaws), el thriller que transformó Hollywood, estableció a Steven Spielberg como director estrella y sembró un miedo generacional a sumergirse en el océano.
Aunque la historia del gran tiburón blanco de Amity Island es completamente ficticia, sí existen coincidencias con algunos eventos reales.
Estrenada el 20 de junio de 1975 en Estados Unidos, Tiburón se convirtió en un fenómeno mundial que redefinió el modelo del blockbuster veraniego. La historia de un gran tiburón blanco que atemoriza a los bañistas de una pequeña localidad costera caló en varias generaciones, cimentando el miedo colectivo hacia estos animales.
Crónicas señalan que cuando llegó la escena en la que el tiburón mata a un niño que nada en una colchoneta, un espectador salió corriendo y vomitó en el vestíbulo, pero volvió a entrar para ver la película acabar.
Peter Benchley, autor de la novela en la que se basa la película, negó que su historia estuviera inspirada en los ataques de tiburón que aterrorizaron la costa de Nueva Jersey en 1916. Sin embargo, los paralelos con Jaws son innegables.
Los medios locales registran que, en tan solo 12 días —entre el 1 y el 12 de julio de ese año—, cinco personas fueron atacadas por un tiburón, y solo una sobrevivió.
El director, Steven Spielberg tenía claro que quería rodar a mar abierto mientras los productores le insistían en controlar los elementos construyendo un gran estanque como decorado. Pero el director tenía la seguridad que el espectador del cine de los 70 pedía entorno natural, encontrado en Martha’s Vineyard, una sosegada isla de Massachusetts. Esa búsqueda del realismo desembocó en un trauma mundial: aunque los ataques de tiburones son una rareza, avistar cualquier forma parecida a una aleta nunca volvió a ser lo mismo.
Steven Spielberg, director de la icónica película, ha reconocido públicamente las consecuencias negativas que el filme tuvo sobre la percepción de los tiburones y la conservación marina. Según TIME, Spielberg grabó una nueva introducción para la reedición veraniega del largometraje, en la que admite el daño causado e invita a reflexionar sobre el futuro de los océanos.
Décadas después, Spielberg, de 78 años, expresó su pesar por las consecuencias de la obra. “Lamento la fuerte disminución de la población de tiburones a causa del libro y la película. Realmente, y hasta el día de hoy, lo lamento”, declaró a la BBC en