“Yo no soy un cantante de pop guapo que sale en la tele o en el radio”, dice el rockero Charlie Monttana, quien lo mismo canta en Chimalhuacán que en Canadá, y que se muestra orgulloso porque lleva más de tres décadas “echando a perder a la gente”.
El intérprete originario de la Ciudad de México se considera un artista de pueblo, quien además de compartir su música desde antes de la invención del cajero automático canta temas con dedicatoria especial para la generación millennial, como ocurre en Decreto por el regreso de los buenos tiempos, su disco más reciente.
En este material, el número 29 en 34 años de trabajo ininterrumpidos, Monttana comparte temas como Carretera antigua a Texas, Whatsapp y Protégeme, este último en colaboración con la cantante chilena Mon Laferte.
El que incluya temas para milllenials –dice- resulta de ver cómo la gente está más preocupada por su teléfono, “viendo memes absurdos o haciéndose los guapos o la guapas mandando fotitos al novio, al fan o al pretendiente”.
Rock in Hollywood, Aunque no me quieras, Luna rota y astillada, Versos solitarios, Tómatelo con calma y No puedo más, además de una versión acústica de Protégeme y el bonus track Lucha por el rock se incluyen en el disco.
La noche de este jueves 5 de octubre, Charlie Monttana ofrece un concierto en la ciudad de Oaxaca. A partir de las 21:00 horas, el conocido por temas como Vaquero rockanrolero cantará varios de sus éxitos y temas de su último disco.
El que en esta gira del Circuito Indio acuda a foros pequeños (como el Txalaparta en Oaxaca), le hace apreciar la intimidad del ambiente y la complicidad con el público, que difiere de cuando se trata de miles de asistentes.
“En este caso, hay 200, 300 o 400 y es maravilloso el abrazo, darnos la mano, tomarnos la foto, tomarnos una cervecita”.
Un artista de pueblo
Charlie Monttana subraya el ser un artista de pueblo, al estilo de Tin Tan, de Chava Flores o del Piporro. Sin embargo, destaca el haber “trabajado muy duro y de la mano del pueblo”, de que de boca a oído es como se haya conocido su música.
Aunque cuenta que hoy el internet ayuda a distribuir las cosas, para bien y para mal, él es alguien que se ha esforzado incluso desde antes de la existencia de cajeros automáticos, de la televisión por cable o El Chopo.
“Hemos picado piedra desde siempre, no había ni quien grabara a un artista de rock urbano y hoy en día estamos muy contentos de haber sobrevivido a los tiempos, a las devaluaciones”.
Además de la música, otra de las pasiones que mueve al cantante es el altruismo, por lo que incluso creó una fundación con su nombre.
“Estamos muy contentos de poder servirle al pueblo, de servirle a mis amigos, a los fans”, cuenta quien recurre a la conocida frase de que “quien no vive para servir, no sirve para vivir”.
Charlie refiere que si bien “hay artistas que tienen muchísimo dinero”, pero que no regalan ni una botella de agua, ese es asunto de ellos, pues él hace lo que puede y eso le hace sentir “más del pueblo”.
