Recuerdan baladas románticas con Los Babys
Más de 10 mil personas disfrutaron del tercer Martes de Brujas
Cientos de oaxaqueños, visitantes nacionales y extranjeros disfrutaron la tercera edición de los Martes de Brujas de Santa Cruz Xoxocotlán, donde el grupo musical Los Babys cerró la noche con gran aceptación de los asistentes.
A partir de las 21:00 horas el sonido de las guitarras anunció la entrada de la agrupación musical, que logró reunir a varias generaciones e hizo recordar aquellas baladas románticas que fueron un éxito en la década de los 80.
El grupo musical recordó por más de una hora las canciones Cómo sufro, Triangulo y Sabotaje, cuyas letras eran entonadas por la mayoría de los asistentes, entre jóvenes, adultos y personas de la tercera edad.
Autoridades del municipio de Santa Cruz Xoxocotlán realizaron la entrega de un reconocimiento a esta agrupación originaria de Yucatán, que se mostró agradecido por el recibimiento del público y de formar parte de los Martes de Brujas, cuya tradición data de la época de la colonia.
En un escenario lleno de luces y sonidos, el grupo musical reunió a cientos de las diferentes edades, con canciones que a la fecha siguen siendo escuchadas no solo en la radio, sino en diferentes redes sociales.
En esta tercera edición también se contó con la presentación del Trío Majestad, la Rondalla de Adagio y el grupo musical Istmo Son.
Entre aplausos, los asistentes mostraron su alegría por este tipo de espectáculos que se realizan de manera gratuita y recuerdan parte de las tradiciones de Santa Cruz Xoxocotlán, previo a la celebración de Semana Santa.
Con la cuaresma llegan a Santa cruz Xoxocotlán los llamados Martes de Brujas, tradición de hace siglos que consiste en que un grupo de vecinas elaboran ricos tamales y atole endulzado con panela y que en la noche de cada martes se instalan bajo los árboles del parque central a vender.
El sonido del caracol prehispánico invita a los pobladores a unirse a la celebración en la que son protagonistas las famosas “Brujas”, recipientes hechos de hojalata con un mechero alimentado por petróleo que iluminan, con luz débil y delgada.
