Monnoz roqueros en “el año del tigre”
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En Escena

Monnoz roqueros en “el año del tigre”

La banda de rock promociona su primer disco, lanzado hace unos meses y con el cual muestra el riesgo de tocar música propia


Entre los cantantes solistas y grupos/bandas de Oaxaca hay de todo. Desde quienes se inclinan por interpretar la música tradicional o mexicana, los grandes éxitos de agrupaciones extintas o de gran trayectoria, “lo que ya existe”, hasta quienes toman otros riesgos. Monnoz es de estas últimas. De las que comenzó y se ha mantenido en el camino de componer y crear nuevas ideas para la escena independiente.

“Crear música propia, hacer algo diferente”, ese –dice el vocalista Jesús Pinto- es el motor de la banda conformada hace poco más de cinco años, y en la que comparte escenario con Martín Lavariega (en el bajo), Jesús Góngora (en la guitarra) y Adán Ramos (en la batería). Pero apostar por ello también es un riesgo, pues “tocar música propia es muy difícil; los espacios son más cerrados, no toda la gente asiste, no toda la gente conoce las canciones”.

Monnoz inició hace poco más de cinco años, con tres de sus integrantes actuales como fundadores. Adán se integró a la alineación en sustitución de Carlos, en la batería. Fue poco tiempo después de que la alineación tomara un riesgo más en tiempos en los que, al menos en Oaxaca, “mucha gente no asiste a conciertos ni compra discos, sino que lo escucha todo de manera digital”.

“Ya nos aventamos a hacer el disco”, narra Pinto sobre el álbum que salió en octubre pasado, en digital y en físico, y que se presentó en la biblioteca Andrés Henestrosa. El año del tigre, como decidieron nombrarlo, solo estaba precedido por temas aislados que se grabaron para compartir en Souncloud. Pero desde inicios de la banda era considerado “el primer paso” para aproximarse al público, lo mismo que para sellar un compromiso, como señala Martín (bajista).

Ahora, toca a los 10 que integran el material servir como presentación para la banda de rock cuya principal influencia es la extinta agrupación argentina Soda Stereo. Al menos en eso coinciden el baterista, el bajista y el vocalista.
Para Adán, esa coincidencia y las influencias propias da lugar a una música colectiva, que a él ha interesado por años y por lo que no dudó al sumarse a la agrupación.

Un disco para un ambiente y público peculiares

El año del tigre es la compilación de las canciones “más completas y más ensayadas”, hechas en colectivo y con las que estos cuatro músicos tomaron un nuevo riesgo. “Formar un álbum hoy en día no es tan común. Muchos sacan sencillos o Eps y cosas por el estilo”, explica Jesús respecto al material en que se escuchan piezas como Pasajero, Eco, A tu lugar y Bajo control, y que se encuentran en un ambiente donde la música resulta muy competitiva.

“El público está ahí y encontrarlo es algo difícil. De lo que haces, ya hay otras 10 bandas haciéndolo”, detalla Martín, quien no descarta que haya algo especial en una banda y que esto se concrete, pero que se pierde entre las tantas bandas que buscan tocar en un escenario. Además porque el público no está siempre tiempo atento a las propuestas que ya escuchó, pues la diversidad de opciones le hace escuchar a otras o volver a lo que está habituado. “Si eres constante, el público te va siguiendo, pero si lo pierdes tantito, se va, empieza a escuchar lo de siempre”.

Martín cree que lo de ahora es “ganarte fan por fan”, lo que implica que en cada ocasión y lo más constante posible exista la cercanía con quienes les escuchan. En cada concierto, si alguna persona se da la oportunidad de escuchar sus canciones y sobre todo las nuevas, “ya es una ganancia para la banda”, refiere Pinto.

Entre este ambiente, los Monnoz piensan que aun cuando lo suyo se incline hacia la “música de nicho” es posible llegar a más personas y lograr un mercado “para poder vivir de ello”. Pero son conscientes de la dificultad que implica llegar a festivales enormes, donde incluso el rock ha cedido espacios para más géneros (principalmente el urbano).

“Más que una cuestión de querer ser famosos, es una de que nos gusta tanto la música que quisiéramos siempre hacer esto”, apunta el bajista, quien ve en el rock a infinidad de posibilidades, más que un género que limite.